MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los miembros de las comunidades cimarronas en Sudamérica, formados hace 400 años por africanos que escaparon de la esclavitud, han conservado notablemente su herencia genética (98 por ciento).
Por el contrario, no se puede decir lo mismo de los afrodescendientes de Brasil y Colombia, que presentan una gran mezcla, según los hallazgos de una investigación francesa que se detalla en 'American Journal of Human Genetics'.
Entre 1526 y 1875, aproximadamente siete millones de africanos fueron arrancados de sus tierras y obligados a la esclavitud en América del Sur. Aunque los archivos históricos arrojan algo de luz sobre los orígenes de las comunidades afrodescendientes que existen en la actualidad, todavía es difícil determinar sus raíces ancestrales.
Por lo tanto, los investigadores han llevado a cabo estudios genómicos para reconstruir el pasado de las poblaciones afrodescendientes que viven en Colombia, Brasil, Guayana Francesa y Surinám. Estos científicos analizaron más de 4,3 millones de marcadores genéticos en 230 personas de América del Sur y África Occidental.
Las comunidades cimarronas son descendientes directos de esclavos africanos que escaparon al cautiverio y establecieron asentamientos independientes que todavía están presentes en ciertas regiones de la Guayana Francesa y Surinám. Al comparar los genomas de cimarrones con los de los africanos que viven actualmente en diversas regiones del África subsahariana, los investigadores encontraron el 98 por ciento del origen ancestral africano en estas comunidades.
LIGADAS A POBLACIONES DE GHANA, BENIN Y EL OESTE DE NIGERIA
Los cimarrón han mantenido así su herencia africana desde que sus comunidades se formaron hace unos cuatro siglos. Por otro lado, los genomas de afrodescendientes de Colombia y Brasil revelan una mezcla mucho mayor (alrededor del 25 por ciento de origen ancestral no africano). Además, estos grupos tienen una mezcla paterna europea predominante y su diversidad genética refleja la llegada de colonizadores europeos a algunas regiones de Sudamérica.
A través de su trabajo, los investigadores también pudieron identificar fuertes lazos genéticos entre afrodescendientes de América del Sur y poblaciones de regiones africanas específicas. Descubrieron que los cimarrones y los afrocolombianos tienen afinidades genéticas cercanas a las poblaciones africanas de Ghana, Benin y el oeste de Nigeria. Por el contrario, los genomas afrobrasileños parecen ser los más cercanos a la diversidad genética observada en poblaciones de Angola, y estos resultados están respaldados por fuentes históricas.
Además de ampliar los conjuntos de datos sub-representados de las poblaciones africanas, estos nuevos hallazgos rastrean la reciente historia genética de las poblaciones afrodescendientes y arrojan nueva luz sobre un capítulo oscuro en la historia humana: el comercio transatlántico de esclavos. Los auotres esperan continuar su trabajo estudiando a otras poblaciones de las Américas y África, y así comprender mejor la historia de los esclavos africanos en mayor detalle.
La investigación ha sido desarrollada por las unidades de investigación 'Anthropologie Moléculaire et Imagerie de Synthèse' (CNRS/Université Toulouse III-Paul Sabatier/Paris Descartes University) y Antropología Ecológica y Etnobiología (CNRS/MNHN), en Francia.