Poposaurus, de un grupo de parientes extintos del cocodrilo conocido como Poposauroida. Este cocodrilo medía unos cuatro metros de largo y convivió con los dinosaurios hace 237 a 201,3 millones de años. - JAGGED FANG DESIGNS
MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de York han dirigido la realización del un árbol genealógico de los feroces depredadores de emboscada y sus parientes extintos conocidos como 'Pseudosuchia'.
Compararon el resultado con los datos del registro fósil para entender por qué los cocodrilos tienen tan pocas especies vivas, mientras que hay 11.000 especies de sus parientes vivos más cercanos, como son las aves.
Los investigadores descubrieron que el cambio climático y la competencia con otras especies han conformado la diversidad de los cocodrilos actuales y sus parientes extinguidos, pero los resultados también revelan que la ecología --si las especies viven en el mar, en agua dulce o en tierra-- desempeñó un papel inesperadamente clave en la supervivencia.
El estudio, publicado en la revista 'Nature Ecology & Evolution', descubrió que cuando la temperatura global aumentó, el número de especies de cocodrilos marinos y terrestres aumentó, mientras que la competencia por los recursos, quizá con tiburones, reptiles marinos o dinosaurios, probablemente provocó su extinción.
En cambio, los parientes del cocodrilo que viven en agua dulce no se vieron afectados por las temperaturas, pero corrieron un mayor riesgo de extinción por el aumento del nivel del mar.
Con siete especies de cocodrilos clasificadas en peligro crítico de extinción y otras cuatro vulnerables, las conclusiones del estudio aportan información importante para los esfuerzos de conservación de los cocodrilos y otras especies a medida que el clima sigue cambiando.
La autora principal del estudio, la doctora Katie Davis, del Departamento de Biología de la Universidad de York, explica que "el registro fósil es una rica fuente de valiosa información que nos permite remontarnos en el tiempo para saber cómo y por qué se originan las especies y, lo que es más importante, qué es lo que provoca su extinción".
"Al examinar este registro y compararlo con el árbol genealógico de los cocodrilos, nuestra investigación revela lo importante que es pensar en la ecología cuando intentamos predecir cómo podrían responder las especies al cambio climático actual", resalta.
"Con un millón de especies animales y vegetales al borde de la extinción, nunca ha sido tan importante comprender los factores clave que explican la desaparición de las especies --prosigue--. En el caso de los cocodrilos, muchas especies residen en zonas bajas, lo que significa que el aumento del nivel del mar asociado al calentamiento global puede alterar irreversiblemente los hábitats de los que dependen".
Los cocodrilos y las aves comparten su herencia con los dinosaurios, y junto con los pterosaurios forman un grupo conocido como arcosaurios o "reptiles dominantes", que se remontan al Triásico Temprano. Los 'Pseudosuchia' es un grupo de reptiles arcosaurios, definidos como todas las especies más emparentadas con los cocodrilos que con las aves.
Para el estudio, los investigadores construyeron una gran filogenia, que es como un árbol genealógico, para todos los cocodrilos y sus parientes extintos, lo que les permitió trazar un mapa de cuántas especies nuevas se estaban formando y cuántas especies se estaban extinguiendo.
A continuación, combinaron estos datos con otros sobre el cambio climático en el pasado, en particular la temperatura y el nivel del mar, para determinar si la aparición y extinción de especies estaba relacionada con el cambio climático.
Los investigadores también estudiaron si las interacciones entre especies, por ejemplo la competencia, podían haber desempeñado algún papel, por lo que calcularon estimaciones del número de especies en cualquier momento del tiempo y las compararon con las nuevas especies y las extinciones, utilizando un tipo de matemática llamada Teoría de la Información.
De este modo, los científicos pudieron estimar si el cambio climático y las interacciones entre especies influían directamente en la aparición o extinción de nuevas especies.
La doctora Davis añade que "los cocodrilos y sus parientes extinguidos ofrecen una visión única del cambio climático y su impacto en la biodiversidad en el pasado, el presente y el futuro. Nuestros hallazgos hacen avanzar nuestra comprensión de los factores que han conformado, y siguen conformando, la vida en la Tierra", concluye.