MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Estudios recientes han demostrado que algunos de los genes neandertales han contribuido a la inmunidad humana y las enfermedades modernas.
Pero un nuevo estudio American Journal of Human Genetics, ha revelado que la herencia neandertal ha contribuido a otras características del ser humano, como el tono de la piel, el color del cabello, los patrones de sueño, el estado de ánimo e, incluso, la condición de fumador de una persona.
La investigadora Janet Kelso, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, explica que su equipo estaba interesado en explorar las conexiones entre el ADN de Neandertal y rasgos no relacionados con la enfermedad. En otras palabras, querían descubrir la "influencia que el ADN neandertal podría tener sobre las diferencias corrientes en las personas de hoy en día".
Debido a que los alelos (versión de un gen) de Neandertal son relativamente raros, los científicos necesitaban datos que representaran un número realmente grande de personas. Encontraron lo que estaban buscando en los datos de más de 112.000 participantes en el estudio piloto del 'Biobank' de Reino Unido, que incluye datos genéticos junto con información sobre muchos rasgos relacionados con la apariencia física, la dieta, la exposición al sol, el comportamiento y la enfermedad.
Trabajos anteriores habían sugerido que los genes humanos implicados en la biología de la piel y del cabello estaban fuertemente influenciados por el ADN de Neandertal, asegura Kelso. Pero no estaba claro cómo. "Ahora, podemos demostrar que es el tono de la piel y la facilidad con la que uno se broncea, así como el color del cabello, los que se ven afectados", afirma Kelso, cuyo trabajo se publica este jueves en 'American Journal of Human Genetics'.
LOS NEANDERTALES PUDIERON DIFERIR POR SU CABELLO Y PIEL
Los investigadores observaron múltiples alelos de neandertal diferentes que contribuyen a la piel y los tonos del cabello y encontraron algo sorprendente: algunos alelos neandertales están asociados con tonos de piel más claros y otros con tonos de piel más oscuros, algo que también sucede en el color del pelo. "Estos hallazgos sugieren que los neandertales podrían haber diferido en sus cabellos y tonos de piel, como lo hacen las personas", añade Michael Dannemann, primer autor del estudio.
Kelso señala que los rasgos influenciados por el ADN del Neandertal, incluyendo la pigmentación de la piel y el cabello, el estado de ánimo y los patrones de sueño, están vinculados con la exposición a la luz solar. Cuando los seres humanos modernos llegaron a Eurasia hace unos 100.000 años, los neandertales ya habían vivido allí durante miles de años. Probablemente, estaban bien adaptados a niveles más bajos y más variables de radiación ultravioleta del sol que los nuevos humanos que llegaron de África.
"El color de la piel y del cabello, los ritmos circadianos y el estado de ánimo están influenciados por la exposición a la luz --escriben los investigadores--. Especulamos que su identificación en nuestro análisis sugiere que la exposición al sol puede haber formado fenotipos neandertales y que el flujo de genes en los seres humanos modernos continúa contribuyendo a la variación en estos rasgos de hoy". Kelso y sus colegas seguirán explorando la influencia de los neandertales en los rasgos modernos, a medida que se disponga de más datos.