Garganta de Olduvai - NOEL FEANS
MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
La concentración de yacimientos en puntos calientes como el Sistema del Rift de África Oriental sesga nuestra comprensión de la evolución humana, extremo que debe ser considerado por la ciencia.
Gran parte del registro fósil de los primeros humanos procede de unos pocos lugares de África, donde las condiciones geológicas favorables han preservado un tesoro de fósiles que los científicos han utilizado para reconstruir la historia de la evolución humana.
Uno de estos puntos calientes de fósiles es la rama oriental del Sistema del Rift de África Oriental, donde hay importantes yacimientos fósiles como la garganta de Oldupai en Tanzania. Sin embargo, la rama oriental del sistema solo representa el 1% de la superficie de África, un hecho que permite estimar cuánta información se pierden los científicos que dependen de muestras tan pequeñas.
En un estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, investigadores de la Universidad George Washington muestran hasta qué punto la concentración de yacimientos en puntos calientes como el Sistema del Rift de África Oriental sesga nuestra comprensión de la evolución humana y por qué los científicos deben tener en cuenta ese sesgo al interpretar la historia humana temprana.
"Dado que la evidencia de la evolución humana temprana proviene de un pequeño rango de sitios, es importante reconocer que no tenemos una imagen completa de lo que sucedió en todo el continente", dice W. Andrew Barr, profesor adjunto de antropología y autor principal del estudio.
"Si podemos señalar las formas en que el registro fósil está sistemáticamente sesgado y no es una representación perfecta de todo, entonces podemos ajustar nuestras interpretaciones teniendo esto en cuenta".
Para determinar el tamaño del sesgo en el registro fósil, Barr y su coautor Bernard Wood, profesor universitario de Orígenes Humanos, analizaron la distribución de los mamíferos modernos que viven actualmente en el valle del rift.
Descubrieron que muy pocos mamíferos de cuerpo mediano y grande son "especialistas del rift", y el entorno del rift, de hecho, representa en promedio el 1,6% del rango geográfico total de las especies de mamíferos modernos.
En un segundo análisis, Barr y Wood analizaron la comparación entre los cráneos de los primates modernos recogidos en el valle del Rift y los cráneos de los mismos primates de otras partes del continente. Descubrieron que los cráneos del valle del Rift representaban menos del 50% de la variación total entre los cráneos de primates de África.
Si bien la comunidad científica reconoce desde hace tiempo que el valle del Rift representa solo una pequeña muestra de los lugares donde probablemente vivieron los humanos antiguos, los investigadores afirman que los estudios anteriores no han utilizado mamíferos modernos como análogos de los fósiles humanos para intentar cuantificar la magnitud del sesgo.
La información de los mamíferos modernos no puede decirnos exactamente dónde más y en qué tipo de entornos vivieron nuestros antepasados humanos, pero puede proporcionar pistas que nos ayuden a comprender mejor los entornos y las diferencias físicas de los humanos antiguos, afirman los autores.
"Debemos evitar caer en la trampa de elaborar lo que parece una reconstrucción integral de la historia humana, cuando sabemos que no tenemos todas las pruebas relevantes", afirma Wood en un comunicado.
AMPLIAR EL ALCANCE GEOGRÁFICO DEL REGISTRO FÓSIL
Los investigadores también señalan la necesidad de que la comunidad científica mire más allá de la grieta para identificar nuevos yacimientos fósiles y ampliar el alcance geográfico del registro fósil.
"Hay un número menor de personas que trabajan fuera de estos puntos calientes tradicionales y realizan la ingrata labor de intentar encontrar fósiles en estos contextos en los que es realmente difícil trabajar, donde la geología no es favorable para encontrar fósiles", dice Barr, cuyo propio trabajo consiste en buscar fósiles más allá de los puntos calientes.