MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Paleontólogos han presentado do en la revista Palaeontology pigmentos en conchas de caracoles fosilizadas de doce millones de años de antigüedad.
Se trata de los primeros pigmentos del mundo del grupo químico de los polienos que se han conservado casi sin cambios y se han encontrado en fósiles.
Las conchas de caracol suelen ser coloridas y con diseños llamativos. Esto se debe a los pigmentos que se producen en células especiales del caracol y se almacenan en el caparazón en concentraciones variables.
Las conchas fósiles, en cambio, suelen ser pálidas y poco llamativas, porque los pigmentos son muy sensibles y ya se han descompuesto. Por lo tanto, los restos de patrones de color antiguos son muy raros. Esto hace que el nuevo descubrimiento de investigadores de la Universidad de Gttingen y del Museo de Historia Natural de Viena (NHMW) sea aún más sorprendente.
Los paleontólogos encontraron estas conchas de caracol de la superfamilia Cerithioidea en Burgenland, Austria. Los caracoles vivieron allí hace doce millones de años, a orillas de un mar tropical.
El profesor Mathias Harzhauser del NHMW, que participó en el descubrimiento, explica en un comunicado: "No estaba claro si los patrones de color rojizo procedían de la concha original o se formaron mediante procesos posteriores en el sedimento". Investigadores del Centro de Geociencias de la Universidad de Gotinga resolvieron el misterio. Analizaron los pigmentos mediante espectroscopia Raman.
Se trata de irradiar muestras con luz láser. La luz dispersada reflejada por la muestra se puede utilizar para identificar claramente compuestos químicos. Detectaron pigmentos en las conchas fosilizadas que pertenecen al grupo de sustancias químicas poliénicas. Se trata de compuestos orgánicos que incluyen los conocidos "carotenoides", que son responsables de producir los vibrantes colores rojo, naranja y amarillo que se ven en las plumas de las aves, las zanahorias y las yemas de los huevos, por ejemplo.
El Dr. Klaus Wolkenstein, que dirigió el estudio y lleva muchos años investigando la química de los pigmentos fósiles en la Universidad de Gotinga, explica: "Normalmente, después de un período de tiempo tan largo, lo mejor que podemos esperar es que queden rastros de degradación. productos de estos químicos. Sin embargo, si se degradaran, estos compuestos perderían color. Por eso, fue realmente sorprendente descubrir estos pigmentos, conservados casi intactos, en fósiles que tienen doce millones de años."