MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio, dirigido por paleontólogos del Royal Ontario Museum (ROM), está ayudando a resolver la evolución de Odaraia, un animal marino del Cámbrico con forma de taco entre los primeros con mandíbulas.
Los paleontólogos finalmente pueden ubicarlo como perteneciente a los mandibulados, poniendo fin a su larga y enigmática clasificación entre los artrópodos desde que fue descubierto por primera vez en la formación Burgess Shale hace más de 100 años y revelando más sobre la evolución temprana y la diversificación.
El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences.
Los autores del estudio pudieron identificar un par de grandes apéndices con bordes dentados cerca de la boca, lo que indica claramente que tenía mandíbulas, una de las características clave y distintivas del grupo de animales mandibulados.
Esto sugiere que Odaraia fue, hace 500 millones de años, uno de los primeros miembros conocidos de este grupo. Los investigadores hicieron otro descubrimiento sorprendente: un análisis detallado de sus más de 30 pares de patas reveló un intrincado sistema de espinas pequeñas y grandes. Según los autores, estas espinas podían entrelazarse y capturar presas más pequeñas como si fueran una red de pesca, lo que sugiere que algunos de estos primeros mandibulados abandonaron el fondo marino y exploraron la columna de agua, sentando las bases de su futuro éxito ecológico.
"El escudo de la cabeza de Odaraia envuelve prácticamente la mitad de su cuerpo, incluidas las patas, casi como si estuviera encerrado en un tubo. Investigadores anteriores habían sugerido que esta forma habría permitido a Odaraia capturar a sus presas, pero el mecanismo de captura se nos había escapado, hasta ahora", dice en un comunicado Alejandro Izquierdo-López, autor principal, que estaba en el ROM durante este trabajo como estudiante de doctorado en la Universidad de Toronto.
"Odaraia había sido bellamente descrito en la década de 1980, pero dado el número limitado de fósiles en ese momento y su forma extraña, dos preguntas importantes habían quedado sin respuesta: ¿es realmente un mandibulado? ¿Y de qué se alimentaba?".
Con casi 20 cm de tamaño, los autores explican que los primeros mandibulados como Odaraia formaban parte de una comunidad de animales grandes que podrían haber sido capaces de migrar desde los ecosistemas marinos de fondo característicos del período Cámbrico hasta las capas superiores de la columna de agua. Este tipo de comunidades podrían haber enriquecido la columna de agua y facilitado una transición hacia ecosistemas más complejos.
Los fósiles del Cámbrico registran la mayor divergencia de los grupos animales que se originaron hace más de 500 millones de años. Este período fue testigo de la evolución de innumerables innovaciones, como los ojos, las patas o las conchas, y la primera diversificación de muchos grupos animales, incluidos los mandibulados, uno de los principales grupos de artrópodos (animales con extremidades articuladas).
Los mandibulados son un ejemplo de éxito evolutivo, ya que representan más de la mitad de todas las especies actuales de la Tierra. Hoy en día, los mandibulados están en todas partes: desde los cangrejos que viven en el mar hasta los ciempiés que acechan en la maleza o las abejas que vuelan por las praderas, pero sus comienzos fueron más humildes. Durante el período Cámbrico, los primeros mandibulados fueron animales marinos, la mayoría con escudos craneales o caparazones distintivos.