Brasil en el Cretácico Inferior, hace 115 Ma: el dinosaurio depredador Irritator challengeri se alimenta con las mandíbulas inferiores extendidas en aguas poco profundas para presas pequeñas, incluidos los peces. - OLOF MOLEMAN
MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Paleontólogos europeos han reproducido el extraño aspecto de un espinosáurido de hocico fuertemente inclinado que habitó en el actual Brasil.
Irritator challengeri era un dinosaurio carnívoro de dos patas. El conocimiento de la especie se basa en el cráneo fósil más completo conocido de este grupo, que se conserva en el Staatliches Museum für Naturkunde Stuttgart.
Con la ayuda de tomógrafos computarizados de rayos X generalmente utilizados en el contexto de la medicina o la ciencia de los materiales, los paleontólogos de Greifswald, Munich (ambos Alemania), Alkmaar (Países Bajos) y Friburgo (Suiza) investigaron a fondo el fósil e hicieron descubrimientos sorprendentes.
Se presume que Irritator cazaba presas relativamente pequeñas con un hocico fuertemente inclinado que evolucionó para cerrarse rápidamente. Una gran sorpresa para los expertos: cuando el cazador abrió el hocico, las mandíbulas inferiores se abrieron hacia los lados, ensanchando la región de la garganta. El estudio fue publicado en Palaeontologia Electronica.
Los espinosáuridos se encuentran entre los depredadores terrestres más grandes que jamás hayan vivido en la Tierra. Su peculiar anatomía y escaso registro fósil hacen que los espinosáuridos sean misteriosos en comparación con otros dinosaurios carnívoros de gran tamaño. Los espinosáuridos tienen hocicos relativamente largos y delgados con numerosos dientes casi cónicos, brazos robustos con garras impresionantes y procesos muy largos en sus espinas.
El cráneo fósil más completo de un espinosáurido está representado por Irritator challengeri encontrado en rocas sedimentarias de hace 115 millones de años del este de Brasil. Si bien la especie, que se estima que alcanzó unos 6,5 m de longitud corporal, representa el animal más grande de su ecosistema, los paleontólogos también encontraron allí fósiles de otros dinosaurios, pterosaurios, parientes de los cocodrilos, tortugas y diversas especies de peces.
Para su último estudio, los científicos reconstruyeron cada hueso del cráneo del fósil y los juntaron en su posición original para descubrir qué hace que los espinosáuridos sean tan especiales. Con la ayuda de los datos de TC, descubrieron que Irritator probablemente mantenía su hocico inclinado unos 45 grados en situaciones que requerían una atención especial a su entorno. Esta posición facilitaba un área de visión tridimensional al frente, ya que ninguna estructura, como el largo hocico, obstruía el campo de visión que producían ambos ojos.
Además, el cráneo de Irritator tenía una forma evolutiva que producía una mordida relativamente débil pero muy rápida. Debido a la forma de la articulación de la mandíbula inferior, cuando este depredador abría la boca, las mandíbulas inferiores se extendían hacia los lados, lo que ensanchaba la faringe. Esto es algo similar a lo que muestran los pelícanos, pero se logra mediante diferentes procesos biomecánicos. Estos son indicios de la preferencia de Irritator por presas relativamente pequeñas, incluidos los peces, que fueron arrancados y gravemente heridos con movimientos rápidos de la mandíbula para tragarlos rápidamente.
El estudio permite nuevos conocimientos sobre el estilo de vida de los espinosáuridos y muestra que, en relación con sus parientes más cercanos, adquirieron muchas características anatómicas nuevas en un período de tiempo geológicamente corto, lo que eventualmente los convirtió en los dinosaurios altamente especializados y excepcionales que conocemos hoy, informa en un comunicado el Ministerio de Educación e Investigación de Alemania.