MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los grillos fueron la primera especie en comunicarse mediante sonidos, hace aproximadamente 300 millones de años, antes que los saltamontes, según un estudio publicado en Nature Communications.
"Los insectos tienen un papel vital en los ecosistemas terrestres. Para comprender cómo los insectos influyen, sostienen o ponen en peligro los ecosistemas, y qué sucede cuando declinan o incluso desaparecen, primero debemos comprender por qué los insectos son tan ricos en especies y cómo evolucionaron", dice en un comunicado la coautora Sabrina Simon, de la Universidad de Wageningen.
Orthoptera es un grupo de insectos carismáticos de gran importancia evolutiva, ecológica y económica como los grillos y saltamontes. Son un excelente ejemplo de animales que utilizan la comunicación acústica. Utilizando un gran conjunto de datos genómicos, el equipo estableció un marco filogenético para analizar cómo se originaron y diversificaron la audición y la producción de sonido durante varios cientos de millones de años de evolución.
El sonido familiar de los grillos se experimentó por primera vez hace 300 millones de años, encontraron los investigadores. La producción de sonido originalmente sirvió como un mecanismo de defensa contra los enemigos, quienes se sorprendieron por el grillo vibrante en sus bocas. Más tarde, la capacidad de producir sonido comenzó a desempeñar un papel destacado en la reproducción, porque los grillos productores de sonido tenían una mayor probabilidad de ser localizados por una hembra.
Los insectos son uno de los grupos de animales más ricos en especies. Son cruciales en casi todos los ecosistemas. El número de insectos está disminuyendo rápidamente. Las especies de insectos se están volviendo invasoras o están desapareciendo debido al cambio climático. Eso, en sí mismo, tiene un impacto en los ecosistemas y, finalmente, en los seres humanos.
"Necesitamos comprender la historia evolutiva de este grupo de animales increíblemente exitoso. Esto también es importante para nuestra vida económica (diaria) porque solo entonces podremos comprender qué sucede cuando las especies de insectos disminuyen o incluso desaparecen", dice Simon.
"Tenemos acceso a una gran cantidad de datos genómicos sobre grillos y saltamontes, gracias al proyecto 1KITE y una colaboración con Song Lab en Texas A&M University", explica Simon. "Esto nos permite analizar cómo se relacionan las diferentes especies entre sí. Generamos un árbol genealógico de cuándo qué especies de grillos, saltamontes y sus aliados vivían en la tierra. Además de eso, sabemos qué especies eran capaces de producir sonido y oír. Eso nos permitió crear una línea de tiempo que muestra cuándo pudieron comunicarse los primeros grillos: hace unos 300 millones de años".
El proyecto 1KITE (1K Insect Transcriptome Evolution) tiene como objetivo estudiar los transcriptomas (es decir, la totalidad de los genes expresados) de más de 1.000 especies de insectos que abarcan todos los órdenes de insectos reconocidos. En general, científicos de once naciones (Australia, Austria, China, Francia, Alemania, Japón, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos) están colaborando estrechamente en el proyecto 1KITE.