MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) - Médicos del Hospital Quirón de Madrid y arqueólogos del Museo Arqueológico Nacional (MAN), han desvelado que una momia del Museo, la de Nespamedu, era sacerdote de Imphotep y médico del faraón. Este es uno de los hallazgos que se han dado a conocer este martes 13 de junio del proyecto MAN-QuirónSalud, iniciativa puesta en marcha por ambas instituciones con el objetivo de realizar un estudio integral de cuatro momias del Arqueológico (tres egipcias y una guanche). El proyecto, que se ha llevado a cabo durante un año, ha quedado plasmado en forma de documental ('Los Secretos de las momias del MAN') gracias a la colaboración de Story Producciones y RTVE. La iniciativa surgió desde el Hospital y la productora, a raíz de la adquisición de un nuevo aparato de exploración TAC (Tomografía Axial Computerizada), "el mejor de su generación", según ha comentado el jefe del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Quirón, Vicente Martínez de Vega. Este nuevo aparato era capaz de tomar "miles de imágenes anatómicas en pocos segundos" y emitir un 80% menos de radiación X, según añade Martínez De Vega. El proyecto comenzó un domingo, día 5 de junio, con el traslado de las cuatro momias al Hospital, según ha indicado el director del MAN, Andrés Carretero. Desde el principio, el objetivo del proyecto era realizar un estudio integral que incluyera uno antropológico, uno dental, así como de las técnicas de momificación y los ajuares relacionados con las momias, tanto en la cultura del Antiguo Egipto como en la guanche (antepasados canarios). La principal revelación del proyecto ha sido conocer la verdadera identidad de una de las momias, la de Nespamedu. Según ha explicado Martínez De Vega, los expertos intuían que se trataba de un "personaje especial" por el vendaje tan "cuidadoso" que tenía. Pero fue el estudio de los textos de los cartonajes --el envoltorio funerario-- lo que indicó que Nespamedu fue sacerdote de Imhotep y médico del faraón, es decir, un personaje "de alto rango social" del periodo Ptolemaico (300 a.C. - 200 a.C.) que posiblemente ejerció su profesión en Saqqara o en Alejandría. La investigación también ha permitido reconstruir en 3D los rasgos faciales de las tres momias egipcias del MAN. El proceso ha partido de las imágenes de alta resolución obtenidas del TAC y ha contado con la colaboración de escultores forenses. Asimismo, se realizó el estudio radiológico, que permitió descubrir que entre las vendas de Nespamedu, se hallaban un total de 25 objetos (nueve piezas de adorno y 16 amuletos). Entre estas piezas, los radiólogos y conservadores han destacado el hallazgo de una "diadema con escarabeo invertido", el símbolo de la resurrección, según ha informado una de las conservadoras del MAN, Carmen Pérez. Además de la diadema, el equipo también ha descubierto un collar usekh, brazaletes, pulseras y hasta unas sandalias, así como amuletos "muy asociados al rito funerario" en forma de placa que representan a los Hijos de Horus --coincidiendo con el cartonaje-- y al dios Thot, entre otros, tal y como ha explicado la conservadora. "Todo lo que eligió Nespamedu para su momificación tiene una relación con el mundo funerario, su profesión, con su estancia", ha declarado. Estos objetos son del mismo material que los cartonajes exteriores de la momia, lo que confirma que se trata de la momia del erudito y médico del que hablan los textos del cartonaje. Además, las imágenes obtenidas y los estudios antropológicos de las momias, han podido confirmar que las otras dos momias egipcias son mujeres y una de ellas presenta síntomas de haber estado embarazada. También se ha podido establecer los datos de género, edad y modo de vida de todas ellas, así como las diferentes técnicas de momificación a las que fueron sometidos los cuerpos. Por último, la cuarta momia analizada es guanche. "Es la primera vez a nivel mundial que se estudia una momia guanche tan bien conservada", ha declarado la radióloga del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Quirón de Madrid, Silvia Badillo, que afirma que hay una "gran diferencia" entre los procesos de momificación entre las egipcias y la guanche, ya que esta última estudiada conservaba todos los órganos, confirmando así la teoría de que las momias guanches no se visceraban. En cualquier caso, Badillo ha dicho que lo que más les ha "sorprendido" ha sido "el buen estado de conservación de las momias", así como poder ver sus rostros en 3D, ya que se ha podido identificar hasta tendones, ligamentos, músculos y partes blandas. "Hemos realizado una autopsia virtual", ha comparado.