Ala de la nueva especie Okanagrion hobani, del sitio fósil de McAbee en Columbia Británica, un insecto con forma de caballito del diablo del nuevo suborden Cephalozygoptera - ZOOTAXA/SIMON FRAISER UNIVERSITY
MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Paleontólogos han descubierto un nuevo e importante grupo de insectos, tras constatar cómo unos parientes fósiles de libélulas se han clasificado erróneamente debido a su sorprendente similitud.
Durante más de 150 años, los científicos han clasificado incorrectamente a un grupo de insectos fósiles como caballitos del diablo, los primos familiares de las libélulas que revolotean por los humedales comiendo mosquitos. Si bien son sorprendentemente similares, estos fósiles tienen cabezas de formas extrañas, que los investigadores siempre han atribuido a la distorsión resultante del proceso de fosilización.
Un equipo de investigadores dirigido por el paleontólogo Bruce Archibald de la Universidad Simon Fraser (SFU) ha descubierto que no son caballitos del diablo, sino que representan un importante grupo de insectos nuevos estrechamente relacionados con ellos.
Los hallazgos, publicados en Zootaxa, muestran que la forma distintiva de los ojos redondeados y no protuberantes del insecto, colocados cerca de la cabeza, son las características definitorias de un suborden relacionado con los caballitos del diablo y las libélulas que los investigadores han llamado Cephalozygoptera.
"Cuando comenzamos a encontrar estos fósiles en la Columbia Británica y el estado de Washington, también pensamos al principio que debían ser caballitos del diablo", dice Archibald en un comunicado.
Pero en una inspección más cercana, el equipo notó que se parecían a un fósil sobre el que el paleontólogo alemán Hermann Hagen escribió en 1858. Hagen sentó el precedente de vincular el fósil con el suborden de caballito del diablo a pesar de su diferente forma de cabeza, que no encajaba en absoluto con los caballitos del diablo.
Los caballitos del diablo tienen cabezas cortas y anchas con ojos que sobresalen distintivamente a cada lado. El fósil de Hagen, sin embargo, tenía una cabeza y ojos extrañamente redondeados. Pero asumió que esta diferencia era falsa, causada por la distorsión durante la fosilización.
"Los paleontólogos desde Hagen habían escrito que se trataba de caballitos del diablo con cabezas distorsionadas", dice Archibald. "Algunos dudaron, pero aun así los asignaron al suborden de caballitos del diablo".