Un perforador de hielo estadounidense que recoge un núcleo utilizado en este estudio como parte del proyecto noruego-estadounidense. Travesía científica de la Antártida Oriental. - STEIN TRONSTAD/NPI
MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Núcleos de hielo de la Antártida muestran que el plomo y otros metales pesados tóxicos relacionados con las actividades mineras contaminaron el hemisferio sur ya en el siglo XIII.
Es el sorprendente hallazgo de un estudio pionero publicado en la revista Science of the Total Environment.
"Ver evidencia de que las primeras culturas andinas de hace 800 años, y más tarde la minería y la metalurgia colonial española, parecen haber causado una contaminación detectable por plomo a 9.000 kilómetros de distancia, en la Antártida, es bastante sorprendente", dijo Joe McConnell, profesor investigador de hidrología en Desert Research Institute (DRI) y autor principal del estudio.
Es la primera vez que los científicos evalúan el impacto humano en la contaminación por plomo en la Antártida en un periodo de 2.000 años. También es la primera evaluación detallada de la contaminación por talio, bismuto y cadmio. Además del plomo, estos metales pesados (salvo el bismuto en niveles bajos) se consideran altamente tóxicos y perjudiciales para la salud humana y de los ecosistemas.
El equipo descubrió que el primer aumento de contaminantes de metales pesados, específicamente plomo, comenzó alrededor del año 1.200, coincidiendo con el establecimiento de comunidades urbanas por parte del pueblo chimú en la costa norte de América del Sur.
MINAS DE POTOSI Y EPIDEMIAS
Una contaminación más duradera y constante comenzó poco después de la llegada de los españoles a América del Sur en 1532, cuando Potosí se convirtió en el principal suministro de plata para el Imperio español y la mayor fuente de plata del mundo. Los registros del hielo muestran una marcada disminución en la contaminación por plomo entre aproximadamente 1585 y 1591, cuando graves epidemias devastaron las comunidades andinas. El equipo pudo comparar los registros de plata en la Casa de la Moneda Colonial en Potosí con los datos de los núcleos de hielo y descubrió que se alineaban con la caída de la contaminación en la Antártida.
"Es bastante sorprendente pensar que una epidemia del siglo XVI en Bolivia alteró la contaminación en la Antártida y en todo el hemisferio sur", dijo la investigadora postdoctoral del DRI y coautora del estudio Sophia Wensman.
"Aunque la ubicación remota de la Antártida a miles de kilómetros de América del Sur y Australia significa que sólo se depositan y conservan en el hielo trazas de contaminantes, los registros fechados con precisión, año tras año, pueden dar una idea de cómo y cuándo los contaminantes humanos impactaron a todo el planeta", añadió el coautor y modelador atmosférico Andreas Stohl, de la Universidad de Viena.
Como era de esperar, los contaminantes aumentaron significativamente después de la industrialización, con grandes picos al inicio de la minería de plomo en Australia a finales del siglo XIX. También hay marcadas disminuciones en los registros correspondientes tanto a las Guerras Mundiales como a la Gran Depresión, lo que demuestra los impactos mundiales de las actividades industriales y los acontecimientos políticos en el hemisferio norte.
El estudio es el resultado del análisis de cinco núcleos de hielo diferentes extraídos de la capa de hielo de la Antártida Oriental en el Ice Core Lab de DRI, una instalación única con instrumentos capaces de detectar trazas de metales en el hielo y la nieve. McConnell y su equipo han perfeccionado sus técnicas durante décadas para avanzar en la comprensión científica de cómo los humanos han impactado la atmósfera de la Tierra a lo largo del tiempo y han rastreado plagas y guerras históricas utilizando cambios en los niveles de contaminación de Groenlandia.
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