Pastoreo de caballos - LUDOVIC ORLANDO / CAGT / CNRS PHOTOTHÈQUE
MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los caballos fueron domesticados por primera vez en las estepas póntico-caspianas, al norte del Cáucaso, antes de conquistar el resto de Eurasia en pocos siglos.
Una investigación, publicada en Nature, realizada por un equipo de 162 científicos especializados en arqueología, paleogenética y lingüística y dirigida por el paleogenetista Ludovic Orlando, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia, responde a un enigma de décadas, sobre quién y dónde se domesticaron los caballos modernos, cuándo conquistaron el resto del mundo o cómo sustituyeron a la miríada de otros tipos de caballos que existían en aquella época.
Hace unos años, el equipo de Ludovic Orlando examinó el yacimiento de Botai, en Asia Central, que había proporcionado las pruebas arqueológicas más antiguas de caballos domésticos. Sin embargo, los resultados del ADN no fueron satisfactorios: estos caballos de 5.500 años no eran los ancestros de los caballos domésticos modernos, informa el CNRS en un comunicado.
Además de las estepas de Asia Central, todos los demás supuestos focos de domesticación, como Anatolia, Siberia y la Península Ibérica, habían resultado ser falsos. Por ello, el equipo científico decidió ampliar su estudio a toda Eurasia analizando los genomas de 273 caballos que vivieron entre 50.000 y 200 años antes de Cristo.
Esta información se secuenció en el Centro de Antropobiología y Genómica de Toulouse (CNRS/Universidad Toulouse III - Paul Sabatier) y en Genoscope2 (CNRS/CEA/Universidad de Évry) antes de compararla con los genomas de los caballos domésticos modernos.
Esta estrategia dio sus frutos: aunque Eurasia estuvo poblada en su día por poblaciones de caballos genéticamente distintas, entre el 2000 y el 2200 a.C. se produjo un cambio drástico. Un perfil genético, antes confinado en las estepas pónticas (Cáucaso Norte), comenzó a extenderse más allá de su región natal, sustituyendo en pocos siglos a todas las poblaciones de caballos salvajes desde el Atlántico hasta Mongolia.
Curiosamente, los científicos han encontrado dos diferencias sorprendentes entre el genoma de este caballo y el de las poblaciones a las que sustituyó, una está relacionada con un comportamiento más dócil y la segunda indica una columna vertebral más fuerte. Los investigadores sugieren que estas características aseguraron el éxito de los animales en una época en la que los viajes a caballo se hacían "globales".
El estudio también revela que el caballo se extendió por Asia al mismo tiempo que los carros con ruedas y las lenguas indoiranias. Sin embargo, las migraciones de las poblaciones indoeuropeas desde las estepas a Europa durante el tercer milenio a.C. no pudieron basarse en el caballo, ya que su domesticación y difusión fueron posteriores. Esto demuestra la importancia de incorporar la historia de los animales al estudiar las migraciones humanas y los encuentros entre culturas.