MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los pantanos del este de Inglaterra, un paisaje bajo y extremadamente plano dominado por campos agrícolas, alguna vez fueron un vasto bosque lleno de enormes tejos.
Los científicos de la Universidad de Cambridge estudiaron cientos de troncos de árboles desenterrados por los agricultores mientras araban sus campos. El equipo descubrió que la mayor parte de la madera antigua procedía de tejos que murieron repentinamente hace unos 4.200 años, cuando los árboles cayeron bajo la turba y se conservaron hasta hoy.
En un estudio publicado en Quaternary Science Review, los investigadores plantean la hipótesis de que un rápido aumento del nivel del mar en el Mar del Norte inundó la zona con agua salada, provocando la desaparición de grandes bosques.
Los árboles de tejo (Taxus baccata) son una de las especies más longevas de Europa y pueden alcanzar hasta 20 metros de altura. El análisis realizado por la Unidad de Anillos de Árboles de Cambridge (TRU) mostró que los tejos desenterrados en los campos de los Fenland (la denominación local de los pantanos) eran muy viejos: algunos de estos árboles antiguos tenían 400 años cuando murieron.
"Encontrar estos árboles tan viejos en los pantanos es completamente inesperado; sería como doblar una esquina en la zona rural de Cambridgeshire y ver una pirámide egipcia; simplemente no lo esperarías", declaró en un comunicado Tatiana Bebchuk, estudiante de doctorado en Geografía y autora principal del estudio. "Lo mismo ocurre con la naturaleza: la madera se pudre y se descompone fácilmente, por lo que no se espera que un árbol que murió hace cinco o cuatro mil años dure tanto".
Gran parte de los pantanos del este de Inglaterra conformaron un humedal hasta que fue drenado entre los siglos XVII y XIX mediante drenaje artificial y protección contra inundaciones. Hoy en día, la zona es una de las tierras agrícolas más productivas del Reino Unido, gracias a su rico suelo de turba.
La información climática y ambiental que contienen estos árboles desenterrados podría ser una pista valiosa para determinar si este evento climático podría estar relacionado con otros eventos que ocurrieron en otras partes del mundo al mismo tiempo, incluida una megasequía en el Medio Oriente que pudo haber sido un factor en el colapso del Antiguo Reino del antiguo Egipto.