Un fragmento de la vasija esferocónica que se identificó como que contenía un material posiblemente explosivo de Jerusalén. - ROBERT MASON, ROYAL ONTARIO MUSEUM.
MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo análisis de los residuos dentro de vasijas de cerámica antiguas de Jerusalén de los siglos XI y XII ha encontrado que potencialmente se usaron como granadas de mano.
Investigaciones anteriores sobre los diversos recipientes esferocónicos, que se encuentran dentro de museos de todo el mundo, identificaron que se usaban para una variedad de propósitos, incluidos recipientes para beber cerveza, recipientes de mercurio, recipientes para aceite y recipientes para medicamentos.
Esta última investigación, dirigida por el profesor asociado Carney Matheson de la Universidad de Griffith, confirmó que algunos recipientes sí contenían aceites y medicamentos, y algunos contenían aceites perfumados, de acuerdo con otras investigaciones recientes sobre el uso de los recipientes.
Sin embargo, sus hallazgos también revelaron que algunos de los recipientes contenían un material inflamable y probablemente explosivo que indicaba que podrían haber sido utilizadas como precursoras de las granadas de mano.
El profesor asociado Matheson explicó en un comunicado que el material explosivo que analizó dentro de los envases sugiere que pudo haber habido un antiguo explosivo desarrollado localmente.
"Esta investigación ha demostrado el uso diverso de estas vasijas de cerámica únicas que incluyen artefactos explosivos antiguos. Estos envases han sido reportados durante la época de las Cruzadas como granadas lanzadas contra las fortalezas de los cruzados que producían fuertes ruidos y brillantes destellos de luz.
"Algunos investigadores habían propuesto que los recipientes se usaron como granadas y contenían pólvora negra, un explosivo inventado en la antigua China y que se sabe que se introdujo en el Medio Oriente y Europa en el siglo XIII. Se ha propuesto que la pólvora negra pudo haber sido introducida al Medio Oriente antes, ya en estos envases del siglo IX al XI.
"Sin embargo, esta investigación ha demostrado que no es pólvora negra, sino probablemente un material explosivo inventado localmente".
El profesor asociado Matheson dijo que la investigación también reveló que algunos de estos recipientes habían sido sellados con resina. "Más investigación sobre estos envases y su contenido explosivo nos permitirá comprender la tecnología explosiva antigua del período medieval y la historia de las armas explosivas en el Mediterráneo oriental", dijo.
El estudio ha sido publicado en PLOS ONE.