El grafeno aterriza con fuerza en las bombillas y lámparas

El grafeno, material formado por átomos de carbono descubierto en el año 2004, cuenta con variadas propiedades singulares que le permiten revolucionar diferentes ámbitos de la tecnología. Por ello, desde finales del año 2015, esta sustancia empezó a utilizarse para fabricar bombillas LED que, además de durar más tiempo, consumen hasta un 10% menos que las convencionales, según investigadores de la Universidad de Manchester

Madrid, 26 de enero de 2017.- Además, muchos fabricantes aseguran que el grafeno es 200 veces más fuerte que el acero, mil veces más delgado que un cabello humano, sumamente ligero y con una gran capacidad de conducir electricidad y calor con verdadera rapidez y eficiencia, lo que lo hace perfecto para integrarlo a una lámpara LED. Cabe destacar también que su coste de fabricación es más barato.

Estudios recientes de la Universidad británica de Cambridge han logrado descubrir y activar nuevas propiedades que convierten a la mencionada sustancia en un material superconductor, que sería capaz de transportar corriente eléctrica sin ninguna resistencia. Esta característica del grafeno podría conseguirse si se mezcla con óxido de cerio con praseodimio.

Además de todos estos aspectos positivos, cabe destacar que este material presenta niveles altos de dureza, transparencia y flexibilidad. Por tanto, puede aplicarse en diferentes sectores como la informática, la telefonía móvil, la industria alimentaria o las soluciones energéticas.

Sin embargo, el uso más aplicado del grafeno es en bombillas y lámparas. Por eso, distribuidoras como Hyperled han aprovechado la alta tecnología led para la industria, el comercio y las obras públicas para desarrollar sus propios productos. Esta empresa asegura alto rendimiento, bajo consumo, vida útil y la calidad de la luz.

Muchos pueden pensar que tener una bombilla u otra en casa puede ser una tontería, pero se trata de algo realmente importante, ya que la luz estimula la glándula pineal, que se encarga de producir melatonina, sustancia natural que controla, entre otras cuestiones, los ciclos de sueño. Este órgano también controla la serotonina, la llamada hormona de la felicidad. Por ello, en las estaciones del año cuando tenemos más horas de luz natural como en verano, solemos estar de mejor humor. Sin embargo, en invierno, época de depresiones estacionales, notamos la falta de luz.

Como en la mayoría de las casas las ventanas no son suficientes para dejar penetrar la suficiente luz para que podamos trabajar o estudiar adecuadamente, lo ideal es tener bombillas que aseguren la calidad de la luz para asegurar la permanencia de nuestras capacidades intuitivas y creativas. Varios estudios aseguran que conservar estos y otros aspectos es vital para nuestro desarrollo y no ayuda en numerosas tareas y actividades.

La luz debe encontrarse próxima a nosotros y debe tener alta potencia. Nos daremos cuenta de cuán cierto es esto si solamente recordamos lo bien que nos sentimos al mirar el reflejo de la luna en el agua del mar. Ese instante simple nos ayuda a sentir tranquilidad y paz. Por tanto, se demuestra la necesidad de una luz potente en nuestras casas y lugares de trabajo. Con las bombillas LED de grafeno podremos encontrar calidad y precios bajos.

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