Publicado 20/04/2017 10:02
- Comunicado -

El CCARS no tiene en cuenta estudios científicos sobre riesgos de campos electromagnéticos en la salud

Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud
ELECTRO Y QUÍMICO SENSIBLES POR EL DERECHO A LA SA

La Asociación de Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud llama a la prudencia y el rigor entre los agentes sociales y medios de comunicación a la hora de difundir un informe sin consenso internacional.   

· El “negacionismo” y la banalización de estudios científicos solventes sobre esta materia muestran la urgencia del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) por zanjar un tema que sigue acumulando evidencias científicas

· Para allanar el camino a la tecnología 5G, el informe del CCARS desinforma a la población ante la preocupación generalizada por los efectos de esta tecnología

· El informe de los “telecos” hace propaganda a favor de los intereses de la industria, mostrando conflicto de interés   

Ante la presentación del nuevo informe del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), que tanta difusión mediática ha tenido en los últimos días, la Asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (compuesta por afectados de electrohipersensibilidad y sensibilidad química) denuncia el enfoque sesgado de este informe y el conflicto de intereses de la organización privada CCARS, que depende del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación.

Dada la inminencia de la tecnología 5G, la creciente tecnificación de la sociedad y la controversia que ésta presenta a nivel científico y social, el CCARS, que se considera comité asesor del Gobierno, ha presentado un informe sin consenso internacional que garantiza y justifica la inocuidad en la salud humana del gran despliegue tecnológico de wifis, antenas de telefonía móvil y dispositivos móviles que se está acometiendo en todos los ámbitos.

Este informe ignora advertencias como la llamada al Principio de Precaución, emitida en 2011 por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en su Resolución 1815, en la que se alerta sobre los efectos biológicos para la salud humana de los campos electromagnéticos, y en especial del peligro sobre la salud de los niños y los adolescentes de los dispositivos inalámbricos que emiten microondas (móviles, WiFi, etc)

También con este estudio, el CCARS minimiza la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que incluyó en 2011 a las ondas electromagnéticas en el grupo 2B de la clasificación de elementos cancerígenos, así como la actualización del macroestudio Bioinitiative de 2012.

Especialmente reseñable es el Llamamiento Científico Internacional del 11 de mayo de 2015, International EMF Scientist Appeal, que más de 200 científicos internacionales independientes y expertos en bioelectromagnetismo presentaron ante la ONU y la OMS para reclamar una legislación que proteja a la población internacional de los efectos de los campos electromagnéticos, amparándose en más de 2.000 estudios, cifra muy superior a los 350 que dice haber revisado el CCARS.

Este llamamiento, aún vigente, alerta de que los campos electromagnéticos “afectan a los organismos vivos muy por debajo de las directrices internacionales y nacionales”, además del “aumento de riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductor, déficit en el aprendizaje y la memoria, trastornos neurológicos y efectos negativos en el bienestar general de los seres humanos”.

Muy al contrario, el informe del CCARS no ha tenido en cuenta estas evidencias en sus conclusiones y simplifica todo ello hablando de “mareos, vómitos y malestar general”, cuando los enfermos de electrohipersensibilidad padecen una sintomatología más amplia y discapacitante, provocada por la exposición, que según investigaciones se debería a la apertura de la barrera hematoencefálica y conllevaría un riesgo adicional de desarrollar enfermedades crónicas neurodegenerativas.

Sin embargo, el informe del CCARS se sigue respaldando en el “efecto nocebo” (es decir, el empeoramiento de los síntomas o signos de una enfermedad por la expectativa, consciente o no, de efectos negativos en la salud, al contrario que sucede con el “efecto placebo”). “Efecto nocebo” que la comunidad científica independiente ya no da por válido, al haber sido totalmente descartado ante la evidencia de respuestas fisiológicas objetivadas, lo que queda de manifiesto en la Declaración Científica Internacional de Bruselas sobre EHS y SQM de mayo de 2015.

En su lugar, las técnicas de imagen médica y detección de marcadores biológicos en sangre proporcionan un método de diagnóstico más objetivo y estudian además la relación entre la electrosensibilidad y la sensibilidad química múltiple, enfermedad provocada por los tóxicos ambientales presentes en aire, agua, alimentos etc. Estos marcadores biológicos pueden consultarse en Reliable disease biomarkers characterizing and identifying electrohypersensitivity and multiple chemical sensitivity as two etiopathogenic aspects of a unique pathological disorder (Belpomme, Campagnac e Irigaray, 2015 Review of Enviromental Health.   

El “negacionismo” sobre la electrosensibilidad como afección orgánica está generando en las personas damnificadas un nuevo tipo de exclusión, que supone una vulneración de sus derechos fundamentales, además de la pérdida de la salud.   

Sin embargo, la realidad cotidiana de nuestra asociación es que cada vez nos llegan más personas afectadas, cuyos síntomas disminuyen cuando reducen su exposición.   

Por tanto, cuando países europeos como Francia ya han tomado medidas con respecto a la aplicación del principio de precaución protegiendo principalmente a la infancia, prohibiendo el uso de wifi y tecnologías inalámbricas en escuelas infantiles y con algunas iniciativas en marcha de reducir niveles de emisión en hospitales con sistemas inalámbricos no peligrosos (LIFI), consideramos que negar la evidencia en pro de los conflictos de intereses no es el camino a seguir.

Por eso, denunciamos que el informe de CCARS puede poner en peligro la salud de la población al no tener en cuenta información científica rigurosa y múltiples estudios actuales sobre esta materia.   

Para ampliar la información consultar:

Ampliaciones a la nota de prensa de EQSDS por la presentación del nuevo informe del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS)      

Contacto para nota de prensa:

Empresa: Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud. Minerva Pa

Twitter: @drchosaludEyQS

Teléfono de Contacto: 915656538 Extensión 2

Página Web: electrosensiblesderechosalud.org/