Madrid, 28 de abril de 2016.- La adolescencia es una etapa llena de cambios que las niñas comienzan a experimentar cuando su cuerpo pasa de la niñez a la edad adulta. Se desarrollan los pechos, la cintura y las caderas toman forma y sale el vello en axilas, pubis y piernas.
Cada niña comienza a experimentar estos cambios a edades distintas y aunque la edad más frecuente es sobre los 9 o 10 años, cada chica es un mundo y no todos los cambios llegan de golpe. Un buen punto de partida para determinar el comienzo del desarrollo suele ser la primera menstruación.
Sin embargo hay muchas niñas que comienzan a experimentar algunos de esos cambios mucho antes de comenzar su desarrollo como es el caso del crecimiento de los senos que además de estar ligados al desarrollo hormonal también dependen de la constitución y la genética.
No existe una edad concreta para comenzar a usar sujetador, sin embargo sí que hay signos que se observan durante este periodo que pueden ayudar tanto a los padres como a las chicas a dar el primer paso para elegir el primer sujetador. La doctora Elisa Fernández, inventora del sujetador antiarrugas NihtBra, apunta que “la edad idónea a la que se empieza a usar suele ser de los 12 a 14 años “.
“El primer sujetador para una niña adolescente - explica la doctora Elisa Fernández- significa el primer paso de niña a mujer, no es solo una pieza de ropa sino que representa el comienzo de una nueva etapa en su vida, en general, es bastante aceptado y viene acompañado de cierta madurez mental”.
Durante esta etapa, los adolescentes comienza a tener consciencia de su cuerpo y empiezan a preocuparse por su aspecto físico, elegir el sujetador adecuado es un primer paso importante en el fomento de una autoimagen saludable y un desarrollo de la autoconfianza de una adolescente.
La doctora Elisa Fernández da una serie de pautas a la hora de elegir el primer sujetador para una joven. “Preferiblemente debe ser de algodón, con un tacto suave y sin costuras, actualmente existen una gran variedad de modelos y tipos de sujetadores para cubrir las distintas necesidades de cada adolescente”, destaca la doctora.
El bralette de algodón, conocido también como el clásico top, es, quizás, el modelo escogido por las niñas ya que proporciona sujeción y además oculta los senos que empiezan a transparentarse bajo la ropa. Otra opción sería una camisola de algodón, utilizada como modelo de transición cuando todavía no están listas para usar un sostén. El sujetador deportivo es otra de las opciones más escogidas dada la necesidad de una sujeción a la hora de hacer deporte. Como última opción está el sujetador con aro, suelen escogerlo chicas ya más conscientes de su desarrollo y que se preocupan más de su imagen corporal, aunque este tipo de sujetador puede tener sus contras a una edad tan temprana, es perfecto para aquellas niñas que han tenido un desarrollo más prematuro.
“Es muy importante que se escoja la talla de sostén adecuada para evitar que se convierta en una incomodidad para la niña, no hay que olvidar que el objetivo de un sujetador es en primer lugar que las jóvenes adolescentes se vayan acostumbrando a una prenda más para vestir cada día y mantener sujetas las mamas y así cuidar la salud del pecho” advierte la doctora Elisa Fernández.
“Durante el desarrollo hay algunas niñas que tienen más reparos y se muestran más tímidas en relación al crecimiento del pecho y tienden a esconder el pecho echando hacia delante los hombros”. Esa postura, advierte la doctora Elisa, “puede influir en el desarrollo del cuerpo provocando problemas de cifosis que le acompañaran toda su vida”. La doctora aconseja utilizar el sujetador NightBra junto con el convencional encima, para que actúe de corrector postural y evite futuros problemas de columna.
La primera visita al ginecólogo
Con el desarrollo de los pechos y la llegada de la menstruación comienza a cobrar importancia la salud de los órganos reproductivos. La primera visita al ginecólogo es otro paso fundamental en el desarrollo de una adolescente. “No existe una edad exacta para hacer la primera visita, si todo va dentro de la normalidad debe hacerse cuando la joven empiece a ser consciente de su sexualidad y sobre todo cuando tenga un amigo “íntimo”, para explicarle sobre los métodos anticonceptivos y evitar así futuros problemas o un posible embarazo no deseado”, advierte la doctora Elisa.
El desarrollo de una adolescente trae consigo una serie de cambios, tanto físicos como mentales, y por eso es importante que reciban toda la información correcta y necesaria con respecto a este periodo para que el paso de niña a mujer les resulte cómodo y natural y no provoque problemas físicos o traumas.
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