Actualizado 22/11/2016 14:23
- Comunicado -

4 opciones para mejorar tu salud física y mental

Madrid, 22 de noviembre de 2016

En los tiempos que corren es normal que, ocasionalmente, nos encontremos con problemas de salud, ya sean físicos o mentales. A continuación, podrás ver cuatro opciones que te permitirán eliminar o limitar ese tipo de problemas. ¡Presta atención!

Conócete a ti mismo

La primera área en la que quiero centrarme puede sonar un poco de “autoayuda”, pero no lo es. Conocerse a uno mismo es de vital importancia. De hecho, era una de las frases más repetidas en la Antigua Grecia.

Hay muchas formas de conocerse a uno mismo, pero yo quiero centrarme en que estés en paz mentalmente contigo mismo y, además, puedas entender cómo funciona tu cuerpo para darle lo que necesita y quitarle lo que lo daña.

Si quieres mejorar la paz mental y emocional que tienes contigo mismo, lo mejor es adentrarse un poco en el campo de la espiritualidad, pero, a la vez, para no sentirte engañado, en el campo de la psicología.

Por supuesto, hay muchas áreas en la psicología, que van desde la psicología deportiva y la motivación personal que se ofrece en el curso de UPAD Psicología y Coaching en Madrid, por ejemplo, hasta otras áreas más relacionadas con lo espiritual.

Deberías buscar aquellas corrientes que te ayuden más a estar en paz contigo mismo, porque no hay forma de estar en buen estado de salud físico si no se tiene un buen estado de salud mental. Es lo que se conocía en el mundo clásico como mens sana in corpore sano.

Además, junto a una mejora en tu salud mental, debes conocerte un poco mejor en lo estrictamente físico para que no caigas en enfermedades de ningún tipo. Pero de eso hablamos en los últimos dos apartados.

Visita al psicólogo

A la hora de mejorar un poco tu forma de conocerte a ti mismo y, con ello, conseguir mayor paz emocional, puedes optar por aprender psicología tú mismo, que es algo que ayuda a mejorar la ansiedad al entender cómo funciona la mente, o puedes visitar al psicólogo.

Algunas personas prefieren aprender psicología por sí mismos y entender un poco mejor cómo funciona su mente, pero hay otras personas que, ya sea porque no tienen interés o no tienen tiempo, prefieren acudir al psicólogo.

Y aquí hay que señalar que un psicólogo no es un psiquiatra. Todavía hay mucha gente que estigmatiza el trabajo del psicólogo y la persona que acude a él, pero es algo completamente erróneo.

El psicólogo no es más que alguien que ayuda a otra persona a estar en paz consigo mismo mediante la conversación, logrando que saque de dentro aquello que, normalmente, no puede sacar, por miedos y fobias.

De hecho, el trabajo que hoy hace el psicólogo, hace no tanto tiempo lo realizaban los curas en los confesionarios. Se cuenta que Freud obtuvo su idea del psicoanálisis, en buena medida, de las confesiones que daban los curas.

Por lo tanto, no debes tener ningún tipo de problema en acudir al psicólogo, porque lo único que harás allí es hablar de tus problemas, de tal forma que puedas liberarte de ellos y, curiosamente, obtener consejo no del psicólogo, sino de tu conciencia.

 

Cuida cada parte de tu cuerpo

Pero, por supuesto, no puedes cuidar solamente tu mente. También tienes que cuidar tu cuerpo. Y esto no se limita a dejar de fumar, tener una buena alimentación, y empezar a hacer ejercicio.

Eso está muy bien, pero el cuerpo tiene diferentes partes que deben estar siempre bajo continua supervisión para que no se extienda ningún problema que pueda aparecer en una de esas partes.

Por ejemplo, es importante visitar al oftalmólogo para comprobar nuestros ojos y saber si nuestra salud visual está bien (puedes hacerlo, por ejemplo, en la Clínica Oftalmológica Rahhal), para prevenir posibles problemas.

También debes visitar al otorrino, para comprobar si tus oídos están en su mejor estado de salud o están surgiendo problemas que conviene tratar y resolver.

Tienes que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, hay pequeños problemas a los que no damos importancia, o que ni siquiera notamos en un principio, pero que, si no se cuidan, pueden agravarse.

Si quieres combatir este potencial problema, tienes que visitar a los médicos especialistas con asiduidad para que, ante la mínima duda, ellos actúen y te resuelvan el problema antes de que crezca.

Mantente bien contigo misma

Por último, hay que hablar de la importancia de sentirte bien contigo misma. Y es que, más allá de que estés en paz mentalmente contigo, hay algunas veces que eso se tiene que traducir en acciones físicas.

Por ejemplo, si no estás contenta con tu abdomen, puedes acudir a una cirugía de abdomen, la llamada abdominoplastia, para resolver tu problema. Independientemente de cuánto cuesta una abdominoplastia, tu máxima aspiración en ese momento debería ser resolver tu problema.

Lo mismo sucede con la nariz, la papada, los párpados o los pechos. Si no te sientes bien con una parte de tu cuerpo, estás en tu completo derecho de cambiarlo, y más si tienes la posibilidad económica de hacerlo.

Y es que, aunque el sentirse bien con uno mismo, en un sentido más mental y emocional, es muy importante, hay ocasiones en las que la única forma de hacerlo es resolviendo un problema físico.

No deberías tener problemas con ello ni reprobártelo, porque tú eres dueño de tu dinero y de tu cuerpo, y, si quieres cambiar algo, debes hacerlo sin mirar atrás. Sin ningún tipo de sentimiento de culpa por “haber tomado el camino rápido”.

Por supuesto, siempre conviene hacer una reflexión durante unos días cuando vas a entrar en un quirófano. Pero, si estás convencido o convencida, no tienes por qué tener ningún problema, independientemente de lo que digan los demás.

Como puedes ver, con estas cuatro opciones para mejorar tu salud física y mental podrás mejorar notablemente tu calidad de vida. Y es que, al fin y al cabo, la salud es lo primero ¡Sin ella, todo lo demás no sirve para nada!

Emisor: Promonet SL