Actualizado 19/01/2018 09:33
- Comunicado -

La contaminación en los aeropuertos: un problema de salud pública

PIXABAY
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Madrid, 19 de Enero de 2018.- Según un documento de trabajo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica en USA, titulado “Aeropuertos, contaminación atmosférica y salud”: “Los aeropuertos son una de las mayores fuentes de contaminación ambiental de los Estados Unidos [...] la continua congestión de las pistas aeroportuarias contribuye considerablemente a los niveles locales de contaminación y a la salud de los residentes que viven en las cercanías y están expuestos al aire de los aeropuertos”.

   

¿Cuáles son los riesgos para la salud de los trabajadores y trabajadoras aeroportuarios?

La combustión del JET A-1 de los aviones y el diésel que utilizan los equipos de manipulación de equipajes emiten las partículas ultrafinas (PUF), lo que puede generar un alto nivel de exposición a estas sustancias por parte de los empleados que trabajan en los aeropuertos. Varios aeropuertos han informado de la existencia de altos niveles de PUF, especialmente en el área de estacionamiento de las aeronaves y por eso desde CESHA denunciamos que cientos de miles de trabajadores del sector aéreo estamos gravemente expuestos a las muy dañinas PUF.

Al inhalarse a través de los pulmones y llegar al torrente sanguíneo afecta de manera directa al aparato respiratorio y al sistema cardiovascular”

Los datos revelan diferencias notables en los niveles de exposición a estas partículas entre los grupos ocupacionales que trabajan en aeropuertos. Los encargados del equipaje, coordinadores y técnicos de mantenimiento están expuestos a unas concentraciones medias siete veces mayores que las de los empleados/as que trabajan principalmente en el interior. Una estimación aproximada de la exposición a la que se someten los operarios o servicios auxiliares durante una hora de trabajo en hora punta es de 45.000 millones de partículas. Los trabajadores de catering, servicios de limpieza, fingeros y personal de seguridad también están expuestos a concentraciones intermedias.   

Se espera que la industria de aviación civil crezca un 3,1 % al año durante los próximos 20 años. Si no se hace nada al respecto, la contaminación del aire en los aeropuertos y los riesgos para la salud asociados a ella aumentarán de manera exponencial.

   

¿Qué son las PUF?

Las PUF son partículas en suspensión de tamaño nanoscópico que se forman en los motores de los aviones y diésel por la combustión incompleta del combustible. Los motores de los aviones son una fuente importante de partículas de sulfato inorgánico debido al alto contenido de azufre presente en el JET A-1, combustible de los aviones.

Los datos revelan diferencias notables en los niveles de exposición a estas partículas entre los diferentes colectivos ocupacionales que trabajan en los aeropuertos”

 

¿Cómo afecta a la salud?   

Al inhalarse, a través de los pulmones llegan al torrente sanguíneo y afecta de manera directa al aparato respiratorio y al sistema cardiovascular. Puede agudizar problemas respiratorios, isquemia, arritmias y diferentes enfermedades cardiovasculares.

¿Qué están haciendo los organismos públicos del sector de la aviación en España?

Prácticamente nada.   

¿Y qué dice OACI?

OACI, que es la Organización Internacional de Aviación Civil, publicó un informe en septiembre de 2016 en el que alertaba del elevado índice de PUF en los aeropuertos en los que se habían iniciado estudios en esa materia. Alertaba además, del coste económico y social si no se tomaban de manera urgente medidas destinadas a paliar este problema.

   

La salud de los trabajadores aeroportuarios es una prioridad.

La nota de estudio describía las posibles inquietudes de tipo sanitario derivadas de la exposición de los empleados de aeropuertos a partículas ultrafinas procedentes del escape de las aeronaves y de motores diésel en dichos aeropuertos, e invitaba a instar a la OACI a que amplíe consecuentemente sus políticas y prácticas relativas a la protección del medio ambiente, a la protección de la salud y la seguridad de los empleados. Esta es una prioridad para CESHA y que también debería serlo para las administraciones implicadas.   

Se ha pedido a la OACI incorporar la contaminación atmosférica que generan los motores diésel en su Declaración consolidada de las políticas y prácticas permanentes de la OACI relativas a la protección del medio ambiente.

   

Medidas paliativas para reducir la contaminación atmosférica

Desde CESHA pensamos que mientras llega la electrificación de todo el parque móvil en los aeropuertos, se pueden tomar las siguientes medidas de carácter preventivo y paliativo:

-Jubilaciones anticipadas para trabajadores con más de 20 años en el sector (aplicar el coeficiente reductor).

-Efectuar más mediciones atmosféricas e investigar en este campo.

-APU apagada durante toda la escala de la aeronave.

-Exigir que las aeronaves utilicen un solo motor cuando ruedan por la pista antes de despegar y después de aterrizar.

-Inicio de puesta en marcha de los motores una vez finalizada la maniobra de push-back.

-Concienciar a los trabajadores de los aeropuertos.

   

Autor: Pedro Fernández

Empresa: OlimpoMarketing