Te damos algunos consejos para que puedas volver a la comodidad de tu hogar en caso de ser un despistado
Madrid, a 27 de junio de 2017.- Uno de los principales problemas con los que cualquier ciudadano de a pie puede encontrarse son los relacionados con las puertas, o con las cerraduras. Parece una tontería, pero, ¿cuántas y cuántas veces te has marchado de casa y has recordado que te has dejado las llaves? Los descuidos, o despistes, son algo imposible de evitar, sobre todo con el actual ritmo de vida de la mayoría de personas. Y quedarse fuera de casa por su culpa es algo que al que más y al que menos le ha pasado al menos una vez en su vida.
Si a ti todavía no te ha ocurrido o, por el contrario, eres propenso a ser víctima de esta situación tan incómoda; vamos a darte algunos consejos con los que salir adelante en caso de ver que no puedes entrar en casa o, al menos, para que puedas prevenirlo por posibles accidentes en el futuro.
Ten otro juego de llaves escondido
Una buena forma de abrir la puerta de tu hogar si pierdes tus llaves es, precisamente, coger otras. Esta táctica suele ser más efectiva en casas que en pisos, ya que hay más espacio alrededor donde poder colocar tu otro juego. La cosa es muy sencilla, haz una copia y tenla escondida en un sitio que solo tú conozcas. Así, en caso de perder las habituales, puedes recurrir a estas y evitar que el susto vaya a más.
Ahora, si se te olvida donde están estas o desaparecen, ve preparándote para cambiar la cerradura. Por si acaso...
Confía en un vecino
Muchas veces, cuando nos vamos de viaje, dejamos a alguien de confianza una copia de nuestras llaves para que entre, mueva las persianas, riegue las plantas o cuide de nuestra mascota en nuestra ausencia. Si tienes esa confianza con un vecino, ¿por qué no dejarle ese juego de forma permanente?
La seguridad que te da saber que alguien a quien conoces bien puede arreglar tu situación es mayúscula, y te ahorras pararte a pensar vías alternativas con las que pasar por el umbral de la puerta.
Usa otros métodos para abrir la puerta
Las más modernas y blindadas quizás sean mucho más complicadas; pero si algo ha quedado claro en las últimas décadas es que no hay nada como una buena radiografía o una tarjeta para abrir una puerta cerrada. Si se trata de un caso en el que no se ha echado el pestillo, es mucho más probable que logres acceder con un poco de maña y paciencia. Eso sí, si se ha echado, vete olvidando de usar esta triquiñuela.
Acude a un profesional
Si la maña no es lo tuyo y tampoco te fías de tu memoria ni de ningún vecino, lo mejor es llamar a alguien que sepa tratar con cerrojos, puertas y demás parafernalia. Los cerrajeros pueden ser la mejor solución ante el dilema de la puerta cerrada. Son profesionales, y la inmensa mayoría ofrecen un servicio de urgencia disponible las 24 horas y los 365 días del año, como pasa con Cerrajeros Marbella,Cerrajeros Mijas,Cerrajeros Benalmádena oCerrajeros Alhaurín de la Torre.
Evidentemente, contactar con unos u otros depende de la zona donde residas; pero tienen el suficiente equipo humano para acudir en tu auxilio con la mayor brevedad posible (entre 20 minutos y media hora). Además, sus servicios no suelen ser demasiado caros para este tipo de casos; aunque todo depende de la clase de cerradura a abrir y del material necesario.
Con algo de suerte, si tienes contratado un buen seguro del hogar es posible que pongan a tu disposición a un cerrajero que no te cueste ni un céntimo. Solo tienes que hacer una llamada y al poco tendrás a un experto abriéndote la puerta de casa para que sigas con tu vida tal y como estaba antes de ese pequeño pellizco al no encontrar las llaves.
Esperamos que estos consejos te sean de utilidad en caso de verte envuelto en esta situación tan común y tan incómoda. Haz lo posible por mantener tus llaves en un bolsillo o en una zona donde las notes con solo un pequeño movimiento, así es más complicado que no te des cuenta de que te faltan. Aún así, si eres de los que las suelta nada más entrar en casa, hazlo en un sitio que siempre mires cuando vayas a salir, cuélgalas al lado de la puerta o ponlas en una mesita cerca de la entrada.
Si, a pesar de estas últimas pautas, te acaba sucediendo; ya sabes que tienes varias posibilidades con las que probar suerte para abrir por tu cuenta. Y si no, siempre podrás coger el teléfono y que un cerrajero te arregle el día.
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Autor: Pedro Fernández
Empresa: OlimpoMarketing