VALNCIA, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Reducir los costes de producción y, al mismo tiempo, poner en marcha la responsabilidad social y medioambiental, es el fin del proyecto 'Solarflex', impulsado por el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas).
Aimplas está trabajando en el desarrollo de una nueva generación de celdas solares fotovoltaicas "más económicas, flexibles, de mayor tamaño, menos contaminantes" y hechas con materiales orgánicos, que puedan sustituir a las de silicio.
En concreto, el resultado de este proyecto financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (ivace) y la Unión Europea es el impulso de celdas solares de polímeros flexibles OPVs en substratos de bajo impacto ambiental como bioPET y rPET, según ha explicado Aimplas en un comunicado.
Así, 'Solarflex' permitirá evitar la dependencia de otras materias primas y de terceros países. Para hacerlo posible, las celdas están libres de ITO (óxido de indio y estaño), un metal caro, raro y escaso, por lo que se buscan materiales alternativos para disminuir el coste de la celda solar.
De esta manera, se consigue que la industria pueda reducir su dependencia energética de fuentes no renovables e impactar de manera positiva en la economía. "El proyecto supone el desarrollo de nuevas celdas solares cuya fabricación mediante tecnologías de impresión convencional implica una reducción importante del coste de producción y una comercialización a gran escala", ha destacado la investigadora líder en Ingeniería en Aimplas, Susana Otero. Para el desarrollo de este trabajo, se cuenta con la colaboración de las empresas Bornay, ClearPet, Applynano Solutions, ITERA, Sinfiny y FORVIA.
VECTORES ENERGÉTICOS
Por otra parte, Aimplas ha avanzado en otros proyectos como 'Matenergyh2' para conseguir vectores energéticos, como el hidrógeno, a través de procesos asistidos por catalizadores y el desarrollo de materiales poliméricos.
Así, en palabras de la investigadora en Descarbonización en Aimplas Daniela Ramírez, "se podrá realizar su almacenamiento y separación en sectores donde haya una alta demanda energética o se requiera un aligeramiento del peso. De manera paralela, este proyecto puede ayudar a las empresas a implantar tecnologías de generación de hidrógeno adaptadas a sus características y necesidades".
En este sentido, 'Matenergyh2' busca acabar con la dependencia del gas y del petróleo para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, el proyecto desarrolla materiales y tecnología innovadora para la producción de hidrógeno asistida por catalizadores debido a la conversión a través de la gasificación de residuos y la utilización de amoníaco como vector alternativo.
Además, cuenta con la participación de empresas clave como UBE, Keraben, Energy Storage Solutions, Greene Waste to Energy, BluePlasma Power y Stadler.
Esta iniciativa, según explica la investigadora principal del proyecto, "también servirá para aligerar los sistemas de almacenamiento de hidrógeno. Así pues, se consigue avanzar en el proyecto desde un punto de vista innovador mediante el desarrollo de tecnologías y materiales con características avanzadas".
De esta manera, 'Matenergyh2' supone una nueva solución para que sectores como cerámica, transporte, polímeros, generación de residuos de biomasas, plástico, química, entre otros, reduzcan su dependencia a través de la electrificación de la industria. Todo ello abaratará los costes de producción, por lo que tiene un impacto positivo en su economía, y, por otra parte, tiene en cuenta al medioambiente mediante tecnologías sostenibles.
CAPTURAR CO2 EN EL SECTOR CERÁMICO
En esta misma línea, el Instituto Tecnológico del Plástico trabaja para dar respuesta a sectores intensivos en el uso de energía como es el cerámico, con proyectos como 'CapturO2', centrado en tecnologías de captura de CO2 para recoger y separar el CO2 presente en los gases de combustión del proceso de fabricación cerámica, y reutilizarlo como recurso.
El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE) coordina este proyecto que está llevando a cabo actividades prácticas como caracterizar las corrientes gaseosas de varias instalaciones industriales para conocer con precisión la cantidad de CO2 emitida y la presencia de otros elementos, y así analizar las posibilidades de aumentar la concentración de CO2 en los gases de salida de las instalaciones para facilitar su captura. Las empresas Keraben, Grupo Euroatomizado, Calcinor, Colorobbia y UBE participan en este proyecto.
Según ha explicado la investigadora en Descarbonización de AIMPLAS responsable de este proyecto, Mónica Viciano, "con esta información, se realizará una simulación para discernir qué tecnología de captura se adaptaría mejor a estos procesos y se realizarán ensayos de laboratorio para analizar qué material proporciona mejores valores de captura y/o filtración de CO2. Los resultados obtenidos serán la base de un futuro desarrollo a escala piloto para la captura de CO2 de instalaciones industriales".
Estos proyectos cuentan con la financiación del IVACE a través de los fondos FEDER de la UE, dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2021-2027.