VALNCIA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas coordina el proyecto 'LIFE CIRC- ELV', en el marco del cual se prevé poner en marcha un nuevo procedimiento para el reciclado de los plásticos de los vehículos fuera de uso que permitirá reducir su huella de carbono un 75 por ciento.
Según la Directiva 2000/53/CE relativa a los vehículos fuera de uso, en 2020 se deberá haber logrado una tasa de reutilización y valorización de al menos el 95% del peso del vehículo. Teniendo en cuenta que actualmente alrededor de un 20% del peso del vehículo corresponde a componentes plásticos, la recuperación y valorización de los distintos materiales plásticos que componen el vehículo cobra un mayor protagonismo.
En la actualidad, el tratamiento de los Vehículos Fuera de Uso (VFU) corresponde a los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) que únicamente llevan a cabo las tareas de descontaminación. Posteriormente, los fragmentadores hacen una selección de los materiales de interés entre los que no siempre se reciclan todos los plásticos.
Para mejorar este aspecto, Aimplas coordina el proyecto LIFE CIRC- ELV, "cuyo objetivo es implantar en Europa una nueva cadena de valor, que sea técnica y económicamente viable, en la que estos centros separen los depósitos fabricados con polietileno de alta densidad y los parachoques de polipropileno, ambos materiales de alto interés", explica el organismo a través de un comunicado.
TUBERÍAS Y COMPONENTES DE AUTOMOCIÓN
Así, tras la separación inicial se ha previsto llevar a cabo un pretratamiento que permitirá obtener un material reciclado para la fabricación de tuberías por un lado, y por otro compound reciclado para producir nuevos componentes de automoción, como por ejemplo pasos de ruedas.
El proyecto contempla la obtención de 12 toneladas de plástico reciclado por cada millar de vehículos. Esto supone que con la puesta en marcha de este procedimiento, se ha previsto lograr una reducción de la huella de carbono con el uso de plástico reciclado del 75%, calculan.
El papel de AIMPLAS en el proyecto, además de su coordinación, consiste en desarrollar el método de pretratamiento de los plásticos separados para luego pasar al compounder. Asimismo, se encargará del análisis de los impactos ambientales durante todo el ciclo de vida.
El proyecto LIFE CIRC-ELV cuenta con la participación de otros cinco socios: las también españolas Desguaces Cortés, Sigit y Sigrauto, la francesa Indra y la portuguesa Isolago.