VALÈNCIA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El arte belga moderno es mucho más que René Magritte. La Fundación Bancaja lo descubre con la exposición 'Arte belga. Del impresionismo a Magritte. Musée d'Ixelles' en la que a través de 77 obras de 53 artistas reflejan la evolución desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, un periodo que bebe "vientos de modernidad y de libertad estética".
Así, lo han señalado este martes la responsable de Cultura de la Fundación Bancaja, Laura Campos, y la directora del Musée d'Ixelles y comisaria de la muestra, Claire Leblanc, en la presentación de esta obra que muestra por primera vez en València las grandes obras maestras del arte moderno belga tras su paso por el Museo Carmen Thyssen Málaga. "En pocas ocasiones se puede viajar en el tiempo y en un mismo espacio por una representación tan amplia de movimientos pictóricos", han resaltado.
De este modo, se exhiben "las pepitas de oro" del arte belga en una cronología dividida en cuatro secciones: el realismo y los orígenes del paisaje naturalista; el impresionismo y sus derivaciones; el simbolismo y las vanguardias fauvista y expresionista, y finalmente, el surrealismo.
La muestra es posible gracias al cierre entre 2018 y 2025 del Museo de Ixelles en Bruselas que cuenta con una colección de 15.000 obras, desde el siglo XIX hasta el arte contemporáneo del arte belga, incluyendo piezas incluso de Picasso o Miró que han sido "accidentes felices" llegados en su mayoría a través de donaciones o viejos legados.
La directora del Musée d'Ixelles y comisaria de la muestra, Claire Leblancha, ha explicado que es "imposible" realizar una muestra completa de los fondos del museo, pero sí que han conseguido reunir a "las principales locomotoras" del universo creativo belga.
De este modo, todos los movimientos están "bien equilibrados y representados", pero "el que sin duda mueve esta exposición es el surrealismo" por la importancia que tuvo en Bélgica en todos los ámbitos, desde intelectuales, pictóricos o artísticos y que, al contrarios que en otros países que deconstruye la realidad, en el caso belga tiene una parte de realismo "muy potente". Pero no por ello, "deja de jugar con el humor y el sueño".
Así, se han seleccionado "figuras claves" en la historia del arte belga junto a otros artistas no tan conocidos pero "muy relevantes" en la historia del arte belga que en este periodo destacó por su libertad creativa, experimentación con el color y juegos de luz y técnicas diversas que reflejan las influencias internacionales, pero también sus características específicamente locales que desembocaron en "propuestas muy avanzadas donde convive el atrevimiento creativo y la tensión entre el apego a la realidad y la propensión a la imaginación desbordante".
"OBRAS MAESTRAS"
Así, hasta el próximo 30 de julio, podrá verse estas "obras maestras" como 'El donante feliz', de Magritte, con su inconfundible silueta de un hombre con bombín, pero también aúna nombres muy conocidos para el gran público, como James Ensor, con un estilo colorista a medio camino entre el impresionismo y el expresionismo, o los máximos exponentes del surrealismo belga e internacional, Paul Delvaux, que conviven en este espacio con Jan Toorop, Émile Claus, Anna Boch, Fernand Khnopff o León Spilliaert, entre otros.
Entre las obras más destacadas del recorrido se encuentran 'Dunas', de Louis Artan, como ejemplo del nacimiento de la modernidad en el paisaje belga; o 'La mujer con sombrilla', de Jan Toorop, y 'Dunas al sol', de Anna Boch, ejemplos del impresionismo creado en Bélgica.
Asimismo se ha editado un catálogo que recoge la reproducción de las obras expuestas acompañadas de texto de la comisaria las claves de la exposición, y la muestra incluye la proyección del documental 'Monsieur René Magritte', dirigido en 1978 por el cineasta Adrian Maben.