El Ayuntamiento empezará en breve a construir un monumento funerario y organizará un "acto solemne" en su honor
ALICANTE, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los ataúdes con los cuerpos del humanista Rafael Altamira y Pilar Redondo, su esposa, ya han sido embarcados en un avión en Ciudad de México con destino al aeropuerto de Madrid-Barajas, desde donde serán trasladados a El Campello (Alicante), lugar en el que querían descansar para siempre, según ha informado el consistorio alicantino en un comunicado.
El pasado viernes fueron exhumados los restos de Rafael Altamira y su esposa en el cementerio de México DF. La funeraria mexicana contratada para cumplimentar todo el operativo (Gayosso) ha comunicado que sus operarios ultimaron el trabajo con los preparativos de los cuerpos en el interior de sendos ataúdes de madera y zinc, como marcan las normas internacionales en estos casos.
Después, fueron precintados y envueltos en cajas de cartón. Una vez en Barajas, y superados los trámites en Aduanas, recogerá el testigo del operativo la funeraria española ASV, que trasladará los ataúdes por carretera hasta El Campello.
El humanista y su esposa regresan "por fin" a España, décadas después de su fallecimiento en México: Rafael en 1951, y Pilar en 1957. "Se cumple así su deseo, expresado en una concedida al diario 'El Día' el 2 de mayo de 1935, en la que declaró que 'cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: al Campello'", señala el consistorio.
La vinculación de la familia Altamira con El Campello está "más que constatada". En el municipio pasó largas temporadas durante su juventud, en la casa familiar. En el Cementerio Municipal están enterrados sus padres y sus abuelos, y tres de sus bisnietos residen actualmente en el municipio: Luz, Javier e Ignacio.
El consistorio subraya que, tras 34 meses de "intenso trabajo" por la burocracia que acarrea, el Ayuntamiento de El Campello ha conseguido la exhumación y repatriación. "El matrimonio descansará para siempre en nuestro cementerio", señala el alcalde, Juanjo Berenguer.
MONUMENTO FUNERARIO
Según el consistorio, "en breve" comenzará la construcción de un monumento funerario, "y entonces estaremos en disposición de organizar un acto solemne al que sin duda acudirá mucha gente, porque el personaje se lo merece", ha apuntado el primer edil.
Los restos del humanista, jurista y escritor Rafael Altamira y Crevea, dos veces propuesto al Nobel de la Paz, fueron exhumados a primera hora de la mañana del viernes, 73 años después de su fallecimiento en México en 1951, para ser trasladados a El Campello (Alicante).
Los restos del matrimonio fueron exhumados de la fosa 371 (cuartel número 3, ubicada en el Panteón Español del cementerio de la Ciudad de México), en un acto solemne al que asistió el canciller del Consulado de España en México, Juan García Roig, y el servicio funerario Gayosso, responsable del proceso de exhumación.
En esta primera fase de la repatriación fueron extraídos los restos del historiador alicantino del interior de una cripta que contenía una bóveda dividida por dos gavetas. En la parte inferior se localizó al escritor y en la superior a su esposa, que fue exhumada en segundo lugar.