Ciudad de la Justicia de Valencia
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 12 diciembre 2017 15:45

VALÈNCIA 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un magistrado de la Audiencia de Valencia ha impuesto 15 años de cárcel a un hombre que asesinó a su padre, de 84 años, a golpes en una vivienda de Real de Gandia, tras haber consumido alcohol en cantidad que alteraba levemente sus facultades volitivas y cognitivas.

El magistrado aplica de este modo el veredicto de culpabilidad alcanzado por un jurado popular, que encontró al acusado responsable de haber dado muerte intencionadamente a su padre tras agredirle con brutalidad la noche del 24 de junio de 2016 en la vivienda en la que residía solo, de forma sorpresiva y sin tener posibilidad de defensa, según consta en la resolución facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

El acusado declaró en la vista que ese día había bebido mucho, "cazalla y vino", y que no recordaba prácticamente nada: "Me cogió del cuello y me quería tirar. Yo no sé lo que hice", se justificó. La Fiscalía pedía 17 años de prisión para él por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco y alevosía, y la atenuante de embriaguez, mientras que su defensa solicitaba la libre absolución.

La víctima recibió numerosos puñetazos, dirigidos principalmente a la cabeza, que le causaron fracturas por las que falleció cuatro días después por una hemorragia cerebral postraumática.

El magistrado considera que las circunstancias que rodearon a la muerte del anciano evidencian que se "impidió cualquier posibilidad de defensa por parte del agredido", con lo que queda "perfectamente configurada" la alevosía con la que actuó el acusado y el delito de asesinato.

Por otra parte, señala que la violencia de los golpes recibidos se pone de manifiesto en el informe forense y por las imágenes de las manos del acusado, que presentaban un "gran hinchazón" por los golpes propinados.

De ahí que concluya que esos puñetazos "solo podían tener como resultado" la muerte del padre, "lo cual evidentemente era lo que el acusado quería o, al menos, actuó aceptando la posibilidad de que dicho desenlace se produjera debido a la brutalidad de los golpes". Asimismo, aunque reconoce el consumo de alcohol, concluye por las declaraciones de los testigos que al cantidad ingerida no fue de "suficiente entidad" para anular o alterar sus facultades.

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