AVA advierte que los daños causados por patos y jabalís se suman a los de los flamencos en arrozales de La Albufera

Los patos y jabalís se suman a los daños de los flamencos en los arrozales de la Albufera
Los patos y jabalís se suman a los daños de los flamencos en los arrozales de la Albufera - AVA-ASAJA
Publicado: viernes, 31 mayo 2024 11:29

   VALÈNCIA, 31 May. (EUROPA PRESS) -

   La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte que los daños que causan patos y jabalís en La Albufera de Valencia se suman a los de los flamencos y afectan a los arrozales.

   La organización agraria alerta, en un comunicado, de "los perjuicios no menos negativos que provocan los patos, así como de la irrupción cada vez más evidente de los jabalís en los arrozales".

   Desde AVA señalan que en la noche de este jueves fueron fotografiados una decena de jabalís en un campo situado cerca del parque de bomberos del Saler.

   El responsable de la sectorial del arroz de AVA-ASAJA, José Pascual Fortea, señala que "las piaras de jabalís, que crían y se multiplican muy deprisa, están llegando a los arrozales desde los campos abandonados más cercanos y la Dehesa del Saler, donde debido a la sequía y los incendios el bosque no les provee suficiente agua y comida".

   "El principal daño que pueden provocar sobre el cultivo consiste en que los jabalís se revuelquen en campos ya espigados, causando la muerte de las plantas y la pérdida de la producción en las zonas afectadas", explica.

   En cuanto a los patos y otras aves como el calamón común o 'gall de canyar', AVA-ASAJA ha venido denunciando durante muchos años sus constantes ataques no solamente sobre los arrozales del parque, sino también contra los huertos de los municipios lindantes. Esta campaña la organización agraria ya constata los primeros destrozos en varios campos de arroz, lo que obligará a los agricultores a resembrar y, por tanto, asumir importantes sobrecostes.

   AVA-ASAJA insiste a las administraciones en que establezcan una línea de compensaciones dirigida a los agricultores, en este caso a los arroceros, para aliviar las pérdidas sufridas por la fauna salvaje.

   "Si queremos disfrutar de un parque natural en el que convivan fauna y agricultura, la sociedad y la clase política han de saber que eso tiene un coste y que es necesario compensar económicamente a las personas que más contribuyen a la preservación del paraje y, a su vez, se ven más perjudicadas por esta situación, es decir, los arroceros", asevera Fortea.

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