ALICANTE 10 May. (EUROPA PRESS) -
Los procesados por los sucesos ocurridos durante la manifestación en Alicante en junio de 2013 contra la corrupción y la inauguración de la línea de Alta Velocidad --a la que acudió el entonces príncipe Felipe y otras autoridades--, han negado que lanzaran piedras y agredieran a un agente de Policía durante la protesta. De hecho, han culpado a este agente de los incidentes, ya que según han manifestado fue él quien se salió de la línea policial, se volvió "loco" y comenzó a pegar a los manifestantes por la espalda.
Así lo han declarado en el juicio celebrado este miércoles en el juzgado de lo penal número 2 de Alicante, que tiene previsto continuar mañana. Todos los acusados han reconocido haber estado en el lugar de la concentración, aunque algunos se han negado a contestar sobre su participación en los hechos mientras que otros lo han negado.
A los procesados, conocidos popularmente como los '7 del AVE', se les imputan varios delitos de desórdenes públicos, atentado, daños y lesiones. Se les acusa de bloquear con piedras la salida del aparcamiento de la Estación de Renfe de Alicante y de apedrear a los agentes.
El fiscal pide para ellos penas que van desde los 20 meses a los cuatro años y 10 meses de prisión, a lo que añade multas de 1.800 euros. Además, solicita por parte de tres de los procesados una indemnización conjunta de 522,60 euros por los daños causados en un vehículo policial y otra indemnización de 3.600 euros a cuatro de los enjuiciados por las lesiones causadas a un agente de Policía.
De los siete procesados, entre los que hay un dirigente de CCOO, seis se han negado a contestar a las preguntas de la acusación particular y otro ha ejercido su derecho a no contestar a ninguna pregunta.
De este modo, varios de los acusados han relatado que ni siquiera se encontraban en la zona desde donde se lanzaron piedras y que fueron agredidos por un policía por la espalda cuando estaban sujetando una pancarta. Preguntados por si se reconocían en las imágenes, algunos se han negado a contestar y otros han alegado que intentaban protegerse de la agresión policial.
Asimismo, han afirmado que no se les identificó en el momento, sino que fue tres días después cuando se les detuvo, tras reconocerlos por las grabaciones y fotografías de los incidentes. En algunos casos, han destacado que recibieron amenazas y han apostillado que se trata de un caso de "listas negras" por ser representantes del activismo alicantino.
AGENTE AGREDIDO
Por su parte, el inspector que coordinaba el operativo y que supuestamente fue objeto de una agresión por los manifestantes tuvo que estar 45 días de baja.
El agente ha testificado que tras haber desbloqueado en un primer momento el aparcamiento para que salieran los coches oficiales de la Estación, varios acusados arengaron a los manifestantes para volver a cortar ese acceso tras la salida de los dos primeros vehículos.
Por ello, fueron a hablar con los manifestantes para que desistieran de esta actitud y fue entonces cuando la emprendieron a pedradas y golpes. El agente ha identificado a varios de los procesados como causantes de los disturbios.
Los acusados han presentado la consignación económica de forma solidaria, aunque el juez ha instado a los abogados a que precisen si es para la indemnización al policía o como atenuante en caso de condena por responsabilidad civil.
Los encausados han contado con el apoyo de una quincena de personas que se ha concentrado a las puertas de los juzgados de Benalúa para pedir su absolución.