VALÈNCIA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d'Estudis i d'Investigació y la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) han coeditado el libro 'L'últim serf', de Maria Ibars, Escritora del Año 2024 de la institución normativa del valenciano.
Carles Mulet se encarga de la introducción y la edición de una historia valorada como "la obra cumbre" de Maria Ibars. Fue su última novela publicada y salió a la luz semanas después de la muerte de la autora, en enero del 1965, a pesar de que la había acabado el 1958.
Mulet destaca que la publicación de la obra en 1993, en la colección 'Biblioteca d'Autors Valencians', de Edicions Alfons' el Magnànim constituyó "una cita esencial en el impulso del conocimiento, la recuperación y la valoración de la escritora" en el contexto de la organización y desarrollo del año conmemorativo del nacimiento de Maria Ibars, después de casi treinta años de su muerte.
Ambientada en el primer tercio del siglo XX, un período clave en el desarrollo económico y social de Dénia y su comarca por la irrupción de la modernidad y la consiguiente crisis de la sociedad tradicional, 'L'últim serf' se sitúa dentro de la corriente de la novela social de los años cincuenta y gira en torno al nacimiento de la conciencia obrera entre los trabajadores y trabajadoras de la pasa y su organización y lucha.
ELEMENTOS AUTOBIOGRÁFICOS
A pesar de tratar de un relato de ficción, son evidentes los elementos autobiográficos que Maria Ibars incorpora a la obra, como por ejemplo todo un universo de personajes basados en la realidad de la Dénia del momento, empezando por el mismo Batiste, personaje que con su fidelidad total al amo mujer título a la novela, verdadera trasunto del padre de Maria Ibars, que fue durante muchos años el encargado del almacén Arguimbau y hombre de confianza de su patrón.
Otro aspecto destacable del libro es el protagonismo de las mujeres, señoras o trabajadoras del almacén, pero todas víctimas de una sociedad profundamente machista.
De este modo, el libro es "un gran retablo hecho desde el afecto hacia aquel mundo precario al que Maria Ibars se sentía plenamente ligada y desde la solidaridad con la gente anónima y subalterna que lo sostenía".
"Una novela humanísima, contada desde una mirada escéptica respecto del progreso y recelosa respecto de la condición humana", resume la AVL en un comunicado.