VALNCIA 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Bioparc de Valncia "se ha llenado de esperanza" con el 'baby boom' que comenzó en el estado de alarma y que sigue este julio. La saba ha sido escenario de un nuevo nacimiento, el de un pequeño blesbok (Damaliscus pygargus phillipsi), un antílope que se caracteriza por tener llamativas marcas blancas en sus rostros y que contrasta con el marrón rojizo de sus cuerpos.
Este chivo se une a los otros dos nacidos en mayo. Otro antílope que acaba de reproducirse ha sido la gacela Thomson (Eudorcas thomsonii), especie que en España solo puede verse en Bioparc Valencia y en la reserva zoológica del desierto de Tabernas (Almería) donde se trasladaron varios machos nacidos y procedentes de Bioparc, ha explicado el parque en un comunicado.
Esta pequeña gacela es fácil de identificar por la presencia de una franja negra en sus costados que separa sus lomos de color marrón rojizo de sus blancos vientres. La recién nacida está siendo criada a mano por sus cuidadores al haber sido rechazada por la madre.
Ambas especies comparten el recinto multiespecie que recrea la sabana, donde conviven con jirafas, diferentes aves como los jabirús, el ibis sagrado y la cerceta del Cabo; y otros dos tipos de antílopes, kobos e impalas.
Muy cerca de este ellos encontramos otro recinto que ha recibido la llegada de una nueva camada, las mangostas rayadas (Mungos mungo). Estos días sorprende a los visitantes ver la actividad de las dos camadas que se diferencian claramente por su tamaño, junto con los adultos.
Estos animales diurnos, carnívoros y muy sociales viven en grupos matriarcales que marcan cada día su territorio, compartiendo todos los miembros el mismo olor. Otras mangostas, en este caso las enanas (Helogale parvula undulata), también han tenido una camada en su recinto, una perfecta recreación de un termitero gigante a tamaño real.
Estas mangostas son el carnívoro más pequeño de África, cuidan a las crías de forma colaborativa y dan un trato especial a los individuos de más edad y a los heridos o enfermos. Justo al lado de las mangostas se encuentra el espacio donde una manada de cebras de Grant convive con rinocerontes y avestruces.
Este verano Bioparc suma el atractivo de conocer a las crías de las diferentes especies, la mayoría de ellas en peligro de extinción e incluidas en proyectos de conservación tanto ex situ en el parque, como in situ a través de la Fundación BIOPARC.
Desde el bebé hipopótamo Gori; a la familia de gorilas con los pequeños Félix, Pepe y Virunga de 1, 2 y 3 años de edad; el chimpancé Coco que la próxima semana cumplirá 2 años; o la cría de bongo oriental, que comparte recinto con las crías de Dik Dik de Kirk y Duiker.
El parque, reabierto aun no hace un mes, ha dotado a sus instalaciones de una señalética especial, medidas higiénicas y refuerzo de información con monitores. Cuenta con cinco itinerarios de sentido único indicados en un plano especial con normas e información de utilidad. Se mantiene la promoción de reapertura, con precios especiales para las entradas: 20 euros la general y 15 euros la infantil.
Como novedad de este verano, justo en una semana comienza 'Las Cenas en la Sabana'. Los viernes y sábados desde el 17 de julio y con el parque ya cerrado a las visitas, se podrá disfrutar en un entorno privilegiado de una deliciosa cena con un menú degustación diseñado por la Chef Lara Roguez. Una decoración étnica, vistas del anochecer en la sabana y la compañía de la manada de leones vigilando desde su atalaya para vivir una experiencia única.