VALNCIA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Bioparc Valncia ha acogido el nacimiento de la primera cebra en el parque. El grupo reproductor de cebras ha dado "una gran alegría" con la llegada del primer potro, que ya puede contemplarse en su característico recinto de la sabana donde convive con diferentes aves, avestruces y rinocerontes.
Desde el recinto señalan que "parece que los animales de Bioparc se han puesto de acuerdo para celebrar el decimocuarto aniversario del parque, pues a los pocos días de anunciar el nacimiento de la primera gacela Mhorr del año, ha llegado el turno a una de las especies más reconocibles de la zona de la sabana, el grupo de cebras".
Como suele ser habitual, apuntan, ha sido "La Niña" la hembra que ha dado la primera feliz noticia, al parir un precioso potro del que todavía se desconoce el sexo. Al tratarse de una experta progenitora, no ha sido necesario intervenir en ningún momento y, como sucedió con el parto, la crianza también se está desarrollando con excelente normalidad.
Pese a que la cebra de Grant (Equus burchell iboehmi) es la especie más común en África está incluida en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y la evolución de sus poblaciones está motivando una creciente preocupación por el aumento en el grado de amenaza.
En este sentido, para todo el equipo de Bioparc es "una gran satisfacción no solo aportar el máximo de bienestar a estos animales, sino constatar que la manada valenciana sigue consolidándose como grupo reproductor de referencia de esta emblemática especie". El padre es el macho Zambé y "la familia" se completa con las otras dos hembras adultas, Bom y Lucy, y el joven Filomeno, hijo de "La Niña", detallan los responsables del parque en un comunicado.
Las cebras han despertado "enorme curiosidad" por su exótico y característico pelaje blanco y negro. La pregunta que se genera al contemplarlas es si son blancas con rayas negras o negras con rayas blancas y la respuesta correcta es la segunda, son negras con rayas blancas. Lógicamente, la siguiente cuestión es la utilidad de estas marcas que son, además, únicas en cada individuo, como las huellas dactilares humanas. En este asunto, se mantienen diversas hipótesis.
Por una parte, parece que les sirve para "defenderse", pues el laberinto de rayas que constituye el rebaño confunde al depredador, complicándole la tarea de elegir presa. También la identificación de cada individuo sería importante ya que, al presentar patrones únicos, éstos pueden utilizarlos para reconocerse unas a otras dentro del grupo.
Por último, serían igualmente útiles para combatir el intenso calor, puesto que bajo cada franja negra existe una capa de grasa que puede calentarse cerca de 20 más que las zonas blancas. Esta diferencia de temperatura a lo largo de su cuerpo parece generar corrientes de aire que tendrían esa función termorreguladora.