Los cabecillas eran tres hermanos croatas y exportaban la droga en un trailer a países del este de Europa
ALICANTE, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Alicante ha detenido a ocho personas e investiga a otra como presuntos autores de un delito contra la salud pública, por cultivo de marihuana y tráfico de drogas, uno de pertenencia a organización criminal y otro de defraudación de fluido eléctrico. Los arrestados son siete hombres y una mujer y todos formaban parte de una banda dedicada al tráfico internacional de drogas con base en Alicante, donde operaban desde hace varios años, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Las detenciones se produjeron en Alicante capital y las localidades alicantinas de Elche, playa de San Juan, Xixona, Penáguila y Onil. Los arrestados son de varias nacionalidades: cinco croatas de entre 27 y 41 años, un serbio de 35, un bosnio de 33 y una mujer española de 46. Otra mujer otra serbia de 38 años es investigada por la Guardia Civil.
Esta operación se inició hace un año y ha concluido gracias a la colaboración ciudadana con la desarticulación de la organización dedicada al cultivo y tráfico de droga, que podría llevar asentada en la provincia de Alicante varios años.
La información facilitada por ciudadanos anónimos en varias localidades llevó a los agentes a iniciar varias líneas de investigación, que comenzaron simultáneamente en Onil e Ibi (Alicante). Uno de los primeros registros se realizó en una casa de verano onilense, apartada de la población pero con un trasiego "incesante" de furgonetas y todoterrenos, que realizaban visitas periódicas a la finca.
Cuando los agentes entraron en esta vivienda, no encontraron a nadie en el interior, aunque descubrieron una primera plantación de casi 300 plantas de marihuana en avanzado estado de madurez, así como más de 20 kilogramos de cogollos listos para su transporte y distribución. También hallaron documentación escondida que, una vez analizada, sirvió para que se percataran de que se trataba de una organización desarrollada y con varios contactos internacionales.
DE LABORATORIO CLANDESTINO A BANDA CRIMINAL
Gracias a ésta y otras pistas, la Guardia Civil centró la vigilancia en varias personas que parecían estar vinculadas a la organización. Los agentes descubrieron a varios componentes y se sorprendieron antes su profesionalidad y disciplina".
Los sospechosos, procedentes de países del este de Europa, eran "especialmente cuidadosos" y realizaban maniobras de contra-vigilancia para saber si eran seguidos por las fuerzas de seguridad, lo que complicó el seguimiento por parte de los agentes de la Guardia Civil de Ibi.
Sin embargo, los efectivos finalmente identificaron a varios componentes de la organización y tuvieron constancia de qué rol desempeñaba cada persona.
Una vez tuvieron conocimiento de todos los detalles sobre los sospechosos --incluidos sus domicilios, lugares de cultivo, y su forma de proceder--, los agentes comenzaron las detenciones con cautela para evitar la huida de los cabecillas, que eran tres hermanos de nacionalidad croata.
EMPRESA TAPADERA EN EL SECTOR AGRARIO
El líder era el mayor de los tres, que tenía construida una identidad falsa, y los otros dos hermanos le ayudaban a dirigir la organización. Los hermanos residían en la paya de San Juan de Alicante y habían creado una empresa tapadera dedicada al sector agrario, con sede en la capital alicantina. La Guardia Civil comprobó cómo entraban y salían continuamente de una lujosa urbanización, siempre en coches de alta gama.
Además de la empresa de productos agrarios --la tapadera para obtener los materiales esenciales de maquinaria y abonos para el cultivo de la marihuana--, el líder había creado una identidad falsa, y realizaba con ella tratos inmobiliarios y gestiones de traducción entre compatriotas y propietarios de viviendas.
Estas "habilidades comerciales" le servían como tapadera para buscar casas que alquilar, con las características necesarias para ser utilizadas como laboratorios de cultivo, además de para facilitar alojamiento al personal que contrataba para hacerse cargo de las plantaciones.
PRETENDÍAN EXPANDIRSE POR LA PENÍNSULA
A pesar de que ya tenían seis casas repartidas por la provincia, la banda se encontraba "en plena expansión" en el momento de las detenciones, dado que sus responsables pretendían aumentar el número de laboratorios clandestinos y así "convertirse en los mayores productores de marihuana de la península", destaca la Benemérita.
Durante las vigilancias, los agentes observaron el trasiego de varias furgonetas y camiones que eran utilizados para repartir los materiales como el abono y la maquinaria, entre los inmuebles que tenían funcionando como plantaciones. En total, eran cinco distribuidos en Elche, donde había dos, Onil, Penáguila y Xixona.
SACABAN LA DROGA DE ESPAÑA CINCO VECES AL AÑO
Ya con pruebas suficientes, la Guardia Civil detuvo en primera instancia a dos de los hombres de la organización, que se dedicaban al reparto de la droga en vehículos. El arresto se produjo cuando ambos quedaron cerca de una de las viviendas, en un polígono industrial.
Uno de ellos era el encargado de transportar en un trailer dedicado al transporte internacional y llevaba en ese momento un total de 23 kilos de cogollos de marihuana, que fueron facilitados por el otro conductor de la furgoneta.
Los dos se encargaban de sacar la droga de España y distribuirla en sus países de origen, al menos unas cinco veces al año. Fueron detenidos por la Guardia Civil sin que pudieran alertar al resto de la organización.
A continuación, los agentes llevaron a cabo el asalto simultáneo a siete casas ubicadas en las localidades de Alicante, Elche, Playa de San Juan, Penáguila y Xixona. La operación se desarrolló de madrugada para evitar que pudieran dar el aviso unos a otros, con apoyo de un helicóptero del instituto armado para controlar desde el aire cualquier movimiento.
PLANTACIÓN ESCONDIDA BAJO TIERRA
En los dos domicilios de Elche se incautaron casi un millar de plantas y en una vivienda de playa de San Juan de Alicante se localizaron más de 50 kilogramos de cogollos, además de 13.000 euros en metálico.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes se realizó en el registro de una finca en Penáguila, donde la organización había realizado una excavación en la parcela para construir dos grandes plantaciones bajo tierra para no ser detectadas por los helicópteros de la Guardia Civil, con dispositivos de alto rendimiento, sistemas de ventilación, iluminación e hidratación autónomas. Allí había escondidas unas 800 plantas.
Al finalizar los registros, los guardias civiles contabilizaron un total de 2.238 plantas de marihuana, 96 kilogramos de cogollos preparados para su distribución, más de 13.500 euros, cinco instalaciones totalmente operativas para el cultivo 'indoor' de marihuana, un almacén con gran cantidad de aparatos y repuestos para las instalaciones, material para el tratamiento de la marihuana, equipos informáticos, una motocicleta, tres turismos de alta gama y un camión.
La investigación ha culminado con la detención de siete hombres: uno de nacionalidad serbia (35 años), otro procedente de Bosnia y Herzegovina (33) y cinco croatas de entre 27 y 41 años, junto a una mujer española de 46. Otra mujer otra serbia de 38 años está siendo investigada por la Guardia Civil. Tras ser puestos a disposición judicial, seis de ellos han quedado en prisión incondicional y otros tres en libertad con cargos.
En la operación han participado agentes de las áreas de investigación de la Guardia Civil de Ibi, Muro de Alcoy y de Concentaina, en la provincia de Alicante.