VALÈNCIA 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana ha detectado un incremento generalizado del precio de los churros y buñuelos de los puestos de Fallas, ya instalados en la ciudad de València, de entre uno y dos euros en comparación al año pasado, debido especialmente a la subida del precio de la materia prima.
También existen diferencias en función de la ubicación de la instalación de cada parada de venta. En principio, son más caros en zonas céntricas y de mucho tránsito de ciudadanos y más baratos en barrios, explica la entidad en un comunicado.
Un año más, ante el inicio de las fiestas josefinas, la Unión de Consumidores lleva a cabo una campaña informativa sobre las recomendaciones en la compra y consumo de buñuelos y churros. Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta por los consumidores es que todas las paradas de venta deben indicar de forma visible y clara el precio de todos los productos.
Estos puestos deben disponer del modelo oficial de hojas de reclamaciones de la Generalitat y facilitársela a los usuarios que lo soliciten. Además, están obligados a entregar a los consumidores el comprobante de la compra, necesario en el caso de tener que poner una queja o reclamación.
Los usuarios pueden comprobar que las paradas tienen las correspondientes autorizaciones, que deben estar expuestas en un lugar visible y estar correctamente identificadas.
Todos los productos a la venta tienen que estar protegidos por vitrinas o sistemas similares como cajas, separadores, a excepción de los envasados. En el caso de los alimentos que por su composición requieran ser conservados con refrigeración, como cremas y natas, es necesario que estén en un lugar refrigerado con termómetros de lectura exterior.
En el caso de que en el mismo establecimiento se elaboren masas fritas aptas para celiacos y no celiacos, es necesario la separación física de ambos productos y la utilización de utensilios distintos para evitar contaminaciones cruzadas.
Independientemente de estos requisitos, todo el personal encargado de la manipulación de los alimentos debe haber realizado los correspondientes cursos de formación en higiene alimentaria. Por lo tanto, los productos se deben manipular con pinzas o paletas específicas y nunca directamente con las manos.
EVITAR LA REUTILIZACIÓN DEL ACEITE
Los recipientes donde se elaboran los alimentos deben estar debidamente cubiertos cuando no se estén utilizando para proteger el aceite y evitar su reutilización excesiva, ya que un excesivo uso puede presentar alteraciones. Cuando el aceite de fritura presenta un olor desagradable, color inapropiado (oscurecimiento intenso), aumento de la viscosidad, aparición de restos alimenticios en el aceite, evidencia un deterioro de este producto.
Por último, como secretario de la Unión de Consumidores, Vicente Inglada recomienda a los usuarios que ante cualquier irregularidad que detecten soliciten las hojas de reclamaciones, dejando constancia de su queja. Un año más, esta entidad colabora con el Gremi de Bunyoleries i Xurreries fomentando la calidad del producto e informando de las recomendaciones en la compra de masas fritas.