ALICANTE 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El comité científico de la asociación Hispania Nostra ha incluido el complejo minero de San Antón de Orihuela (Alicante) en su 'lista roja' del patrimonio (www.listarojapatrimonio.org) de "monumentos amenazados" de España, dado el "estado de desprotección" en el que se encuentra este complejo, "expuesto al vandalismo y a las inclemencias meteorológicas".
Construido en el siglo XIX, posee un horno de calcinación único en el mundo. El horno Santa Matilde, bautizado así por la Sociedad Minera Virgen del Carmen, su propietaria, fue inaugurado el día 5 de marzo de 1888, en un acto que supuso un importante acontecimiento al que asistieron, además de sus propietarios, periodistas, políticos y clérigos, recuerda Hispania Nostra en un comunicado.
Estuvo en funcionamiento apenas dos o tres años, ya que la explotación se cerraría nada más comenzar el siglo XX. La empresa minera, de capital alicantino, debido a una serie de inconvenientes, quebró, llevando a mucha gente a la ruina.
Pasaron los años, y en 2011, un vecino del barrio de San Antón, Emeterio Navarro, sacó a relucir el descubrimiento industrial, dedicando años a investigar y documentar este lugar.
En 2012 el Ayuntamiento, por votación en el Pleno y por unanimidad, aprobó iniciar el expediente de apertura de Bien de Interés Cultural, que por el momento está parado.
El complejo minero de san Antón se halla en la sierra de San Miguel, perteneciente al municipio de Orihuela, y junto al pintoresco paisaje del Palmeral. Es un elemento único, puesto que tiene uno de los dos hornos de calcinación de cinabrio de estilo Bustamante que se conservan en el mundo. Este está formado por 12 aludeles, y otra singularidad que presenta es que está construido sobre la pendiente de una montaña y no sobre un llano como es el caso del de Almadén.
El conjunto cuenta, además, con una serie de minas y la casa de los mineros, la peor conservada. El estado de las minas se desconoce, no así el del horno, de estructura sólida, que presenta buen estado.
La casa de los mineros corre riesgo de desaparecer, sufrió un derrumbe en 2014 y otro en 2018 y, "a pesar de las quejas trasmitidas, el Ayuntamiento todavía no ha intervenido ni ha iniciado el trámite para la declaración de BIC como se aprobó en 2012 por unanimidad en el Pleno". "Por tanto se encuentra en un estado de desprotección, expuesto al vandalismo y a las inclemencias meteorológicas", concluye el comunicado de Hispania Nostra.