VALÈNCIA 5 May. (EUROPA PRESS) -
El senador de Compromís Carles Mulet ha preguntado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, si comparten la "triste y vergonzosa" campaña presentada esta semana por el Partido Popular de la Comunitat Valenciana 'No al adoctrinamiento', que supone un "acoso hacia los docentes".
Según ha informado la coalición en un comunicado, esta campaña "pone en entredicho la profesionalidad de los docentes, la libertad de cátedra o que estén cumpliendo la ley". Al respecto, Mulet ha preguntado a los populares si "tras 20 años seleccionando trabajadores para los sistemas educativos públicos, todavía dudan de su profesionalidad, méritos, independencia, capacidad, objetividad o cumplimiento de los objetivos curriculares de los planes de estudios aprobados por el Ministerio".
Asimismo, Mulet ha explicado que "con una confusión mental lamentable dan por sentado que enseñar a los niños es adoctrinar". "La campaña nos parece ilegal y desacredita a todo un sistema educativo y sus profesionales que, lejos de ser reconocidos y respetados desde el PP, son perseguidos políticamente con campañas de incitación al odio".
Ante esta situación, Compromís va a promover una iniciativa "para modificar el Código Penal e incluir que el ataque a los docentes quede estipulado como un delito de odio", ya que es injustificable desde todas las posturas, que una formación política con actitudes que recuerdan a las fascistas de la Guerra Mundial, los rumores, chivatazos y denuncias anónimas e dediquen a cuestionar y poner en tela de juicio algo que debería ser intocable, como es la educación en la autonomía valenciana y en cualquier otra".
Por otro lado, la coalición ha señalado que "recientemente el PP defendía que los profesores y sanitarios, como funcionarios y representantes de la administración, estuvieran revestidos de un plus de autoridad, algo que Isabel Bonig parece querer arrancarles con campañas como esta, con las que parecen emular a Millán-Astray y les escapa la máxima de 'Muera la inteligencia y viva la muerte'".
"Dicen de boquilla que quieren darles autoridad pero amenazan con quitársela por hacer su trabajo. Han pasado de quemar libros a señalar a quienes les enseñan a leerlos, un retroceso indigno y muy poco democrático. Vienen del totalitarismo y actúan como grupos ultra o régimenes totalitarios", ha concluido Carles Mulet.