VALÈNCIA, 27 Jun. (EUROPA PRESS)
La okupación del edificio del antiguo colegio mayor Lluís Vives de la Universitat de València (UV), que comenzó el 1 de mayo, ha finalizado este martes tras desalojar la Policía Nacional, por orden judicial, a los últimos cinco okupas que quedaban en el interior del edificio, sin que se haya producido ningún tipo de incidente.
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, el desalojo se ha llevado a cabo "con total normalidad" en torno a las 6 de la mañana y una vez completado se ha entregado nuevamente el edificio a su legítimo propietario, la UV.
Por su parte, desde la universidad han valorado que el desalojo se haya realizado de manera tranquila, sin violencia ni hacia las personas ni hacia las cosas, y han apuntado que se ha identificado a estas cinco personas. Ahora, han agregado, lo importante es que "ya no hay peligro para las personas que estaban dentro y se puede poner en marcha el plan de rehabilitación" del edificio, que cuenta con seguridad reforzada a raíz de esta okupación.
La okupación de este colegio mayor comenzó el pasado 1 de mayo, cuando una veintena de personas accedió al Lluís Vives tras forzar la entrada que da a la calle y la del edificio y colgaron una pancarta en la fachada con el lema 'La ingovernable. Espai alliberat'.
Días después unas 40 personas traspasaban la valla y una decena consiguieron entrar en el inmueble para relevar a los okupas que permanecían en su interior.
La UV ha reiterado desde ese momento su disposición al diálogo para resolver este conflicto y, de hecho, inició un proceso de mediación para recuperar un "emblemático edificio que forma parte de su patrimonio histórico", declarado Bien de Relevancia Local y que dejó de funcionar como colegio mayor en el año 2012 después de que dos informes externos a la institución y un informe de los servicios técnicos de la UV detectaran el deterioro de la estructura arquitectónica del edificio.
Desde entonces, la UV "está trabajando en el análisis de las diferentes alternativas para recuperar para usos universitarios este edificio en un contexto de profunda crisis económica que la limitado gravemente la capacidad inversora de la universidad".
Con la okupación de mayo, el Lluís Vives ha sufrido "daños en el edificio, como la rotura de marcos de puertas y ventanas, así como la retirada de la valla de protección adicional que había instalado la universidad como medida de refuerzo de la seguridad del espacio", destacó la universidad.
El juzgado de Instrucción número 2 de Valencia ha estimado la petición de la UV y ha ordenado el desalojo. La instructora ha acordado así la medida cautelar solicitada por la Universitat, que recientemente presentó un escrito en el Juzgado solicitando que se oficiara a la Policía Judicial para que se procediera al desalojo del inmueble ubicado en la Avenida Blasco Ibáñez de Valencia, "ocupado sin autorización de la propietaria".
A petición de la Universitat, la jueza dictó ayer el auto en el que ordenó a los agentes "que procedan a desalojar a los ocupantes que ilegalmente se encuentran en el inmueble". En la misma resolución se ordena que se identifique a la personas que estén ocupando el edificio en el momento del desalojo y se requiere a la Universitat, como propietaria del mismo, para que "adopte las medidas pertinentes para evitar nuevas ocupaciones" una vez ejecutado el desalojo y recuperada la posesión del bien inmueble.
El desalojo es una medida cautelar dictada en el marco de un procedimiento judicial, en el que ya se ha acordado juzgar a los 'okupas' por un delito leve de usurpación de bien inmueble, castigado con penas que oscilan entre los 3 y los 12 meses de multa. El juicio, ya convocado, aún no tiene fecha. Se celebrará cuando los denunciados designen abogado.
La causa por un delito de usurpación de bien inmueble se abrió el mes pasado, tras recibir una denuncia por ocupación presentada ante la Policía Nacional por el director de Seguridad de la institución académica.
El director de Seguridad de la Universitat presentó la denuncia el pasado 1 de mayo en la comisaría del distrito de Exposición, tras el aviso del vigilante del Colegio Mayor Luis Vives, quien le comunicó que unas 20 personas habían saltado la valla del recinto y habían roto el candado de la cadena que lo mantenía cerrado.
El denunciante advertía que las instalaciones estaban en ruinas y pendientes de acondicionamiento y que existían informes técnicos sobre el riesgo para las personas por posible derrumbe, informes que no han sido aportados al procedimiento judicial.