VALÈNCIA 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a 12 años de prisión a una mujer que encargó a un conocido que lanzara ácido a la cara a un hombre, del que tenía celos ya que había sido pareja y seguía siendo amigo de una mujer de la que ella estaba enamorada. El autor material de la agresión, sentenciado a la misma pena, se equivocó de víctima y roció de líquido corrosivo a un joven físico de partículas al que dejó prácticamente ciego.
Otros dos hombres cumplirán cinco y cuatro años y medio de cárcel por cómplices, ya que llevaron al autor material de los hechos hasta la Plaza del Cedro de Valencia, donde tuvo lugar la agresión de la víctima, que estaba con dos amigos que resultaron con lesiones leves. La mujer convenció al agresor para que llevara a cabo su acción asegurándole que había sido violada por esa persona y que buscaba a alguien para "joderle la vida". A cambio, pactó pagarle 2.000 euros.
La sala la considera inductora de un delito de lesiones causantes de inutilidad de miembro principal. Además, los cuatro sentenciados deberán indemnizar con más de 380.000 euros a la víctima, que estaba en Valencia haciendo el doctorado y había recibido una oferta para trabajar en Francia, por lo que tenía un "futuro brillante" que quedó "totalmente truncado", según recoge la sentencia.
Los hechos sucedieron en 2014 cuando la mujer le contó al responsable del gimnasio clandestino al que acudía en Silla, que un hombre la había violado y que quería contratar a alguien para que le agrediera físicamente y le "jodiera la vida".
Según el relato de hechos probados, la condenada no había sido violada, sino que sentía celos del hombre porque éste había sido pareja de una chica, con la que seguía manteniendo contacto, de la que la promotora de la agresión estaba enamorada.
El amigo del gimnasio aceptó participar en la agresión, para lo que buscó dos cómplices. La inductora le pagó 2.000 euros por el trabajo, le facilitó una foto de la víctima y le contó que lo podían encontrar en un pub de Valencia.
PARECIDO FÍSICO
Los tres condenados fueron hasta la zona indicada por la mujer y localizaron a tres jóvenes en una terraza, uno de los cuales tenía un parecido físico con la foto facilitada por la inductora.
El autor de los hechos le lanzó a la cara un vaso lleno de ácido sulfúrico al confundir al joven con la persona que debía ser su objetivo. La víctima perdió la visión total del ojo izquierdo y parcial del derecho. Además, sufrió quemaduras de tercer grado en la cara y el cuello, y problemas psicológicos, entre otras lesiones.
La sala considera probados los hechos por la declaración de los acusados, de los perjudicados y otros testigos, la documental y las periciales. En el caso del autor material y los cómplices, han reconocido su participación aunque entre ellos se intenten atribuir el acto de arrojar el ácido. Los cómplices coincidieron en apuntar al finalmente condenado como responsable.
En cuanto a la inductora, su participación viene determinada por las declaraciones del autor, el hallazgo en su teléfono del que iba a ser la víctima de la acción y otros datos como el borrado de las comunicaciones que había mantenido con el acusado, con el que siguió en contacto meses después de dejar el gimnasio, así como las conversaciones "muy reveladoras" entre la amiga de la que estaba enamorada y su madre.