Camareras de piso y otros profesionales del sector como cocineros recibirán formación en centros de CDT
VALÈNCIA, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat Valenciana, sindicatos y patronales turísticas han acordado este miércoles crear una mesa de coordinación para mejorar la situación del empleo en el sector, en el que los distintos actores consideran que es necesaria la "profesionalización" y "dignificación" de los trabajadores, en especial en el colectivo de las camareras de piso, con el fin de evitar situaciones de injusticia.
Así lo han acordado en una reunión celebrada este miércoles con participación del secretario autonómico de la Agència Valenciana de Turisme, Francesc Colomer; el de Empleo, Enric Nomdedéu; el secretario general de la Federación de Servicios de CCOO PV, José Miguel mandingorra o el responsable de Hostelería y Turismo de UGT PV, Gonzalo Aranda.
En el encuentro se ha marcado un calendario de trabajo que arrancará después del puente de octubre, ha precisado Nomdedéu, quien ha subrayado que este órgano es una mesa de colaboración para plantear problemas que pueda sufrir estos colectivos profesionales, sobre los que sus condiciones económicas se regulan en sus respectivos convenios.
En este caso, se contempla una serie de acciones como los planes de formación para camareras de piso y otros profesionales del sector turístico, como los cocineros, a través de la red de Centros de Turismo (CdT) con el objetivo de mejorar su "cualificación y profesionalización", además de otras actividades como una campaña de hospitalidad, que se presentará en los próximos días, para transmitir valores ligados a la profesionalización del turismo y hacer entender que es una profesión "digna".
De hecho, según Colomer, se pretende lograr un "clima favorable" para que quienes viven del turismo incremente su "dignificación y consideración" y mejorar en lo que se pueda para evitar "situaciones de injusticia que no se adaptan al espíritu de la sociedad moderna y avanzada".
Desde las empresas, por su parte, han trasladado a la administración la necesidad de combatir el intrusimo --que se centra en el -ambito del alojamiento--y la economía sumergida. En esta línea, Colomer ha apuntado el reto de mejorar la rentabilidad del negocio turístico y la desestabilización, que afecta a la condición de las plantillas. "No podemos competir en precios ni rebajando salarios ni explotando a las personas", ha dicho y ha abogado por combatir las bolsas de economía sumergida de alojamientos clandestinos y por evitar la impunidad.
En esta línea, ha recalcado que la Generalitat ha aplicado "sanciones hasta las últimas consecuencias" a los "gigantes globales" que se comercializan estos alojamientos aunque es una "lucha inacabada".
A este respecto, Mandingorra, cuyo sindicato no ha firmado el convenio de Hostelería de Alicante por la cláusula de externalización, ha explicado que la reunión ha servido para "concienciar" tanto a empresas como administración y a sindicatos de la necesidad de "mejorar, no solo en cuanto a las camareras de piso, sino para los demás profesionales del sector". En esta línea, Nomdedéu ha indicado que el de las camareras de planta es un problema "evidente" aunque no el único del sector puesto que no son el único grupo que presenta condiciones "mejorables".
Por su parte, Aranda ha destacado que la negociación del convenio de Hostelería es "inminente" en Valencia y cree que se guiará por las mismas cuestiones que el firmado hace dos semanas en Alicante. En este futuro convenio se buscará "limitar que cualquier empresa pueda entrar en el sector con los salarios que les dé la gana", ha comentado en relación a las empresas de contratación de servicios externalizadas a las que recurren algunas empresas hoteleras.
"Yo tengo pruebas en nóminas en las que se le está pagando a una camarera hoy día 453 euros por ocho horas de trabajo, las organizaciones sindicales estamos en ello para que se corte radicalmente esto", ha remarcado. Asimismo se ha referido a "las jornadas maratonianas" que se da en la restauración sobre todo en zonas de costa donde hay "trabajadores con contratos de seis horas a la semana que hacen 50 y 60 horas", una situación que según UGT está en manos de la Inspección de trabajo a través de una serie de denuncias.
En este sentido, Nómdedeu ha añadido que tras el puente de octubre "se comenzará a trabajar en cuestiones concretas" y que "al final se trata del estricto cumplimiento de la ley y de los convenios que se han de cumplir trabajes en la empresa que trabajes".