VALNCIA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cuidadores de Bioparc Valencia han salvado a la cría de una gacela que no era atendida adecuadamente por la madre, por lo que han tenido que aplicar la crianza a mano.
Según explican los responsables del parque, hace unos días nació una gacela Thomson fruto del programa internacional para su conservación en el que participa el recinto. En esta ocasión, pese a haber criado anteriormente, la madre no la atendió correctamente a la cría.
De acuerdo al protocolo habitual ante un nuevo parto, el seguimiento de las primeras horas es fundamental y se observó que la crianza no se estaba llevando a cabo. Tras realizar las comprobaciones necesarias, se confirmó que el recién nacido no había mamado y se activó de inmediato la crianza "a mano" para salvarlo.
La gacela de Thomson (Eudorcas thomsonii) está incluida en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Además, por su peligro de extinción, se creó un programa europeo de conservación con el fin de garantizar su supervivencia. Bioparc Valencia participa "activamente" en este proyecto con el grupo formado por un macho y cinco hembras adultas con su actual prole, dos crías del pasado año y el nuevo chivito que es un macho.
"Dentro de estos esfuerzos por su preservación, cada nueva vida es motivo de esperanza y requiere la máxima atención para asegurar su bienestar, pues se trata de una especie de gacela muy delicada", subrayan.
Aunque el equipo técnico de Bioparc tiene amplia experiencia en los cuidados a los recién nacidos, cada cría es un nuevo reto. La operativa de alimentación mediante biberón es especialmente dificultosa en esta especie pues su estrategia de supervivencia es permanecer escondidos de sus depredadores en matorrales, lo que implica que no desarrollan apego al cuidador ni acuden al biberón.
Los primeros días se nutrió con calostro que aporta inmunidad y, posteriormente, las cinco tomas diarias de biberón se preparan con una mezcla de leches fresca de vaca y evaporada. Tras la revisión diaria de peso de la cría, se determina la cantidad de alimento para mantener el adecuado crecimiento.
INSTINTO NATURAL
Una parte primordial es favorecer su instinto natural y para ello sus cuidadores le estimulan para que orine y defeque, tal y como lo haría su madre. Igualmente, durante varias semanas permanecerá en los recintos interiores acompañado por su progenitora y otra hembra para habituarse al comportamiento de su especie y que esté integrado en el rebaño.
Una vez concluida la primera fase de su crianza, entre 30 y 45 días, pasará al recinto exterior que recrea la Sabana.