Cultura.- Carolina Ferrer loa el silencio en una muestra en la Chirivella-Soriano que une pintura e instalación

Actualizado: viernes, 3 octubre 2008 17:36

VALENCIA 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

La pintora valenciana Carolina Ferrer ha mimetizado el Palau de Joan de Valeriola con la muestra 'Escenografías de la memoria: la lógica de una obsesión', que acoge la fundación Chirivella-Soriano y en la que la artista hace una "gran loa al silencio, la reflexión y la introspección", a través de la fusión entre pintura y la instalación 'La habitación lúcida', que insta "al recogimiento y la soledad".

Carolina Ferrer, acompañada por el presidente de la fundación, Manuel Chirivella, el comisario de la exposición, Manuel Fernández-Cid, y el secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, presentó hoy las 17 nuevas obras, de gran tamaño, realizadas durante 2008 ex profeso para esta muestra, que se expondrá en la Chirivella-Soriano hasta el 11 de enero de 2009.

En lo que supone su primera incursión en la instalación, Ferrer ha elaborado una habitación diáfana en cuyo interior sólo hay una silla, con lo que medita sobre la cita de Pascal 'Toda la infelicidad del ser humano nace de una única cosa, su incapacidad para permanecer quieto en una habitación'.

Para la artista, fue "un gran reto" enfrentarse a dos formas artísticas "completamente nuevas" para ella, como es la instalación y el video 'Extraña forma de vida', en el que recrea su imaginario sin mostrar ninguna obra. No obstante, se mostró convencida de que cada elemento, "ha fluido de una manera natural" y que "es un complemento naturalísimo de mis cuadros".

Sin embargo, aseguró que el "gran reto, en realidad, consistía en enfrentarse al Palau de Valeriola haciendo obra nueva y, además, ex profeso para el lugar". Al respecto, matizó que uno de los "riesgos" y de sus "miedos" era que "la majestuosidad de los espacios fagocitara la obra". "Me obsesioné tanto con el espacio que acabé convirtiéndolo en tema, fue mi manera de encajarlo", afirmó la pintora.

Carolina Ferrer señaló que le propusieron hace unos dos años realizar la exposición, por la que agradeció a Manuel Chirivella y Alicia soriano "la gran oportunidad que me han brindado, la libertad que me han concedido y la confianza que depositaron en mí desde el primer momento", y explicó que se planteó la muestra en términos retrospectivos, pero que "inmediatamente" desestimó la idea "porque me parecía prematuro".

En este sentido, indicó que en breve cumplirá 20 años de trayectoria y le parecía "un buen momento para hacer balance", por lo que se planteó este trabajo como un "glosario de obsesiones" para hacer un repaso de su iconografía. Para ello, según dijo, realizó distintas versiones del mismo cuadro, repitió fragmentos de los mismos y duplicó algunas imágenes para "subrayar, precisamente, la idea de obsesión", puesto que, en su opinión, "el arte y el quehacer artístico es una obsesión".

Por su parte, el comisario de la exposición destacó la "dificultad técnica de la obra" y lo "agotadoramente perfeccionista" que es Ferrer, de quien subrayó que "tiende al gran formato" por lo que "disponer de un gran espacio es la manera de que la obra se pueda ver en plenitud".

Así, Manuel Fernández-Cid explicó que la muestra está dividida en tres apartados, por un lado los personajes, de los que "no interesan los detalles sino lo que simbolizan"; los objetos, "que acaban integrados en los personajes" ya que son, sobre todo, sillas, cuadros y escaleras; y, por último, los motivos arquitectónicos en los que destacan los del propio Palau de Valeriola.

CONVENIO CON LA CONSELLERIA

Por otro lado, el secretario autonómico de Cultura anunció que la Conselleria firmará un convenio con la Fundación Chirivella-Soriano con el fin de "poder difundir por toda la Comunitat" la obra de la que dispone la entidad así como que las exposiciones del Consorcio de Museos y de la Conselleria "puedan recalar en el edificio" de Joan de Valeriola.

Con ello, según Miró, se pretende "intensificar la colaboración" con la fundación, iniciada por la Conselleria porque, desde este departamento, percibieron que debían "implicarse al máximo" ya que, según consideró, "los pequeños proyectos que tanto ayudan a dinamizar la sociedad" son "igual o más importantes que los grandes" aunque sean "más vistosos".