CASTELLÓN 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana ha inaugurado este jueves la muestra 'De Rubens a Van Dyck. La Pintura Flamenca en la Colección Gerstenmaier', en el Museo de Bellas Artes de Castellón, donde podrá verse hasta el 4 de mayo, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
La exposición ha sido inaugurada por el director del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín; por el diputado de Cultura de la Diputación de Castellón, José Luis Jarque; el coleccionista y propietario de las piezas, Hans Rudolf Gersternmaier; además de Leoncio Fernández, coleccionista; el director del Museo de Bellas Artes de Castellón, Ferrán Olucha; y la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa.
La muestra permite realizar un recorrido por la pintura flamenca a través de más de dos siglos donde se podrán ver los autores más importantes, así como todos los géneros propios de esta escuela.
La exposición, que viajará también a Valencia y Alicante, ofrece al público valenciano la oportunidad de disfrutar de una selección de una veintena de artistas entre los que están las figuras más importantes como Peter Paul Rubens, Anton Van Dyck, Hendrick Goltzius, Jan Brueghel El Viejo, Joost de Momper El Joven, Martin de Vos, Jan Brueghel de Velours, Jan Van Kessel El Viejo, Adrian de Gryef, Gaspar Pieter Verbruggen o Christian Coclers.
Con un total de 59 obras, entre óleos y obra gráfica 'De Rubens a Van Dyck' ofrece un repaso desde el siglo XV hasta principios del siglo XVIII que permite apreciar las características y los géneros principales de esta pintura. La exposición comienza con el óleo de temática religiosa, para adentrarse después en la naturaleza muerta, el paisaje, la mitología y el retrato que da paso a la obra gráfica.
ÁMBITO RELIGIOSO
En el ámbito religioso destaca el óleo de Rubens 'La Virgen de Cumberland'. Por otro lado, el cuadro 'Naturaleza Muerta' de Jan van Kessel El Viejo es, según la comisaria, "una de las piezas más importantes del corpus de la exposición, sus grandes dimensiones lo convierten en singular".
Además, una de las especialidades del género de la naturaleza muerta en el arte de Flandes fue la pintura de flores que está ampliamente representada en la exposición. La afición por las flores como objetos de especial interés se había despertado en Europa a finales del siglo XVI, con la importación de flores exóticas del Oriente Próximo, Asia y América. Empiezan entonces a considerarse objetos preciosos, cotizándose a altos precios, según el Consell.
La combinación de una tradición pictórica hacia los bodegones y el nuevo protagonismo que adquieren las flores por ellas mismas fueron "buenos fundamentos" para popularizar la pintura de este género a comienzos del siglo XVII. Muchas de estas composiciones consistían en guirnaldas que decoraban escenas religiosas. Las obras de este tipo, generalmente, eran regalos para los gobernantes y los representantes de la Iglesia. También podían decorar capillas privadas de la nobleza y destacadas sacristías de algunas órdenes religiosas.
Igualmente la pintura de animales y bodegones son dos géneros de "gran importancia" en el arte flamenco. Se creaban pinturas de magnas dimensiones destinadas a decorar palacios y mansiones de la aristocracia y nobleza, así como castillos de cacería.
Por otro lado, en el paisaje del siglo XVII sobresalen el juego de luces y sombras, con la penumbra del primer plano y la aún existente luz del atardecer en el fondo de la escena. De esta temática destaca la obra 'Paisaje de montaña con mulas' de Joost de Momper el Joven y de Jan Brueghel El Viejo, por su modernidad y porque es "un ejemplo del trabajo conjunto de dos maestros en una misma obra".
GRABADOS
Por último, se presenta una cuidada selección de grabados, que demuestran que los flamencos eran unos "grandes maestros" en el dominio de esta técnica, donde destacan dos series de grabados de Van Dyck sobre hombres ilustres, así como la serie de Hendrick Goltzius sobre temas mitológicos y alegóricos inspirados en los textos de Ovidio. A éstos se suman otros dos grabados de Rubens.
La exposición viajará próximamente a Valencia donde podrá verse en el Centro del Carmen a partir de mayo, y a Alicante, en el Mubag a finales de año.