Cultura.- Patrimonio halla parte de una necrópolis romana de época imperial en el caso antiguo de Valencia

Actualizado: martes, 27 marzo 2007 23:12

VALENCIA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La dirección general de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte anunció que en el transcurso de una excavación arqueológica en el casco antiguo de Valencia apareció una parte de una necrópolis romana de época imperial, según informaron hoy fuentes de la Generalitat a través de un comunicado.

Al respecto, explicaron que entre los restos hallados "destaca la aparición de un probable pozo votivo en el que se encontraba una escultura de mármol que representa, posiblemente, a una musa". Sobre esta figura, cuya altura es de un metro y su datación provisional se sitúa en torno al siglo II después de Cristo, señalaron que "carece de cabeza y antebrazos, está ataviada con una túnica o peplo".

Asimismo, destacaron que del mismo pozo se extrajeron dos estelas funerarias con inscripciones dedicadas a las mujeres de dos libertos. Además, en la intervención arqueológica, que está siendo dirigida por Asunción Viñes Pérez y Agustina Herreros Hernández, "se han documentado 14 enterramientos de adultos en fosa con cubiertas de tégulas planas, todas sin ajuar, por lo que está por determinar su cronología".

Por otra parte, aseveraron que también se ha documentado un enterramiento infantil, "cuya cronología se remontaría a finales del siglo II o inicios del III después de Cristo.y se amortizaría en el siglo V después de Cristo".

Respecto al espacio, subrayaron que "se situaría al suroeste de la ciudad romana", a la que calificaron como "una zona destacada que bordearía los canales fluviales que servirían de límite natural a la ciudad y que la salvarían probablemente de las avenidas fluviales". Al respecto, apuntaron que "esta extensa área cementerial fue descubierta en los años 40 con motivo una intervención urbanística".

La densidad del cementerio es de un enterramiento cada 6,8 metros cuadrados, en un solo nivel, por lo que aseguraron que las tumbas, que estaban organizadas por calles, "deberían tener algún tipo de señalización que impidiera que las nuevas inhumaciones cortaran a las ya existentes".