VALNCIA 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Bioinicia han codesarrollado la primera mascarilla higiénica de nanofibras y filtro viricida con frontal transparente para facilitar la lectura de los labios y la identificación de las emociones.
La intención es que esta mascarilla, todavía no disponible en el mercado, ayude a comunicarse al colectivo de personas sordas y con problemas de audición, que solo en España se estima que supera el millón de personas, además de beneficiar a otras personas con necesidades especiales como el autismo que necesitan ver las expresiones faciales para reconocer algunas emociones.
Esta mascarilla se encuentra en una primera fase donde no se comercializa en abierto, aunque se sigue trabajando con el colectivo de sordos en su mejora y en su automatización para la producción en masa. Fue presentada por el activista proderecho de las personas sordas Marcos Lechet en un acto junto a Jose María Lagaron, investigador del IATA-CSIC, y Jorge Teno en representación del equipo de I+D de la compañía.
Aunque hay otras mascarillas en el mercado con esta pantalla frontal transparente, estas son las primeras en contar con las propiedades del filtro 'Proveil', que dispone de todas las propiedades de la nanofibra e incorpora sus propiedades viricidas, capaces de desactivar cualquier virus y bacteria.
"Hemos querido incorporar todos los beneficios de nuestro filtro a una mascarilla con una ventana transparente para, además de asegurar la protección de quién la lleva, facilitar la lectura de los labios", aclara el investigador de Bioinicia en un comunicado conjunto.
De hecho, estudios certificados externos e internos han podido medir que esta mascarilla cuenta con un 90% de eficiencia de filtración frente a aerosoles y un 98% de eficiencia de filtración bacteriana, además de las propiedades viricidas y antivaho con las que cuenta. Con el nombre 'Proveil M.L Inlusiva', la mascarilla está certificada por el instituto tecnológico textil AITEX.
Actualmente está en una fase de primera generación en la que se manufactura y se hará llegar a personas e instituciones para su validación. Los impulsores ya han dado los pasos para conseguir una segunda versión que automatice su fabricación, hasta una tercera que ayude a hacerla más sostenible y compostable.
"En la actualidad nuestra mascarilla protege, pero hay que ser consciente de que esta protección solo se garantiza si la ajustamos bien al rostro y se combina en interiores con ventilación o equipos de limpieza del aire --precisa el investigador del CSIC--. Es por ello que seguimos trabajando para sacarla en formato EPI, con más tallajes, y así asegurar que todo el mundo pueda leer los labios además de estar protegido".
"DOBLE CONFINAMIENTO" PARA LOS SORDOS
Las mascarillas llevan las siglas del activista Marcos Lechet, quien ha seguido de cerca la evolución del proyecto y ha asesorado a los investigadores sobre las necesidades del colectivo de personas sordas.
Desde que comenzó la pandemia, este activista ha llevado a cabo una "lucha titánica" por defender el derecho a comunicarse de las personas con problemas de audición. "Las personas sordas hemos sufrido un doble confinamiento. El producido por la pandemia y el que le ha seguido por la incomunicación a la que nos hemos tenido que enfrentar por las mascarillas", advirtió en la presentación.
"Esta mascarilla es un gran avance y me hace muy feliz comprobar que, a pesar de llevarla toda la tarde, he podido leer los labios perfectamente de todos los que hoy me rodean. No se empaña, es cómoda y, sobre todo, me hace sentir seguro", manifestó Lechet durante su discurso.