VALENCIA, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Alicante ha alertado este jueves de un grave riesgo para la salud tras descubrir que un primate incautado en una operación desarrollada el pasado mes de octubre es portador de anticuerpos de los virus VIH y HTLV (virus linfotrópico de células humanas). En esa intervención contra la venta ilegal de fauna, se constató la existencia de 67 monos, que serían criados en domicilios particulares y posteriormente vendidos, de los que 42 está aún en paradero desconocido, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Por este motivo, ha alertado del riesgo para la salud para personas que manipulen estos animales y ha subrayado que la prohibición de poseer cualquier tipo de primate está motivada principalmente por la facilidad que tienen por ser portadores de graves enfermedades, que transmiten a las personas de sus entornos, con "altas posibilidades" de causar incluso la muerte.
La Guardia Civil ha pedido a personas que tengan una especie prohibida o conozcan de alguien en esa situación, que "extremen" sus precauciones a la hora de interactuar con cualquier tipo de primate, y aconseja contactar con el Seprona para "solventar esta situación de peligro".
Según ha explicado la Guardia Civil, el pasado 14 de octubre el Seprona de la Guardia Civil de Alicante, en el marco de la Operación Titisali, investigaba a siete personas --cuatro en Alicante, dos en Murcia y una en Sevilla-- como presuntas autoras de varios delitos relativos a la protección de flora y fauna, pertenencia a organización criminal, falsedad documental y usurpación de estado civil.
La investigación estuvo centrada en la venta ilegal de fauna, en concreto de primates de la clase Tití, protegidos por el convenio CITES, que eran criados en domicilios privados por particulares que tenían relación con tiendas de animales y que, posteriormente, los ponían a la venta, de forma ilegal, a través incluso de esos mismos establecimiento.
DEPOSITADOS EN DOS CENTROS
En la operación se constató la existencia de 67 ejemplares de primates, si bien solo fueron localizados 25 de ellos y se intervino un total de 20 vivos, que fueron depositados en dos centros de recuperación: Arca de Noé en Alicante y AAP Primadomus en Villena.
De los diversos análisis y controles sanitarios realizados a los primates, se ha descubierto que uno de los ejemplares, de la especie 'Chlorocebus tantalus' o 'mono verde de Guinea', es portador de anticuerpos de los virus VIH y de HTLV (virus linfotrópico de células humanas).
De las evidencias encontradas de la existencia de 67 monos, se sabe que 42 de ellos están todavía en paradero desconocido, "con el consiguiente riesgo para la salud de las personas que los manipulen2.
A LA ESPERA DE UN SEGUNDO ANÁLISIS
El análisis ha sido realizado por el Centro de Rescate AAP Primadomus de Villena (Alicante) en el laboratorio Erasmus MC de Rotterdam (Holanda) mediante la técnica LIA (inmunoensayo en línea), si bien se está a la espera de recibir los resultados de un segundo análisis, realizado con seis semanas de diferencia, y enviado a otro laboratorio diferente, que confirme el primer resultado.
La Guardia Civil recuerda que los monos TITIs (Pincel Blanco (Callithrix jacchus) y Pincel negro (Callithrix penicillata) son especímenes protegidos en el Apéndice II del Convenio Internacional de especies amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, mediante el control de su comercio (CITES) y por la Directiva 92/65/CEE que regula el comercio de este tipo de animales y limita la tenencia de simios a los organismos, institutos y centros oficialmente autorizados.
Según el instituto armado, los poseedores de primates, sin legalizar, sin conocer su procedencia o sin realizar un control sanitario, "están poniendo en grave riesgo su vida y la de los que le rodean" y ha advertido de que este tipo de monos, "a pesar de ser inteligentes y en muchos casos adorables como mascotas, pueden ser portadores de enfermedades mortales como la malaria, el dengue, la rabia y el SIDA, como en este caso, y es difícilmente detectable ya que su procedencia es ilegal y no está sometida a los controles sanitarios necesarios".
Al respecto, recalca que un certificado veterinario "no garantiza la legalidad, la procedencia, ni el control sanitario del animal, ya que en la mayoría de los casos son falsificaciones" y, en otros, "el control sanitario realizado no es suficiente para salvaguardar el riesgo para la salud de las personas".