ALICANTE, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante a un hombre de 34 años por utilizar de manera fraudulenta la tarjeta de gasolina de uno de los camiones de la empresa de transportes en la que había trabajado hasta ser despedido. En total, habría estafado más de 57.000 euros en combustible a la firma, ya que se hizo una copia de las llaves tras abandonar la empresa y ofrecía el gasoil a diferentes conocidos al precio de un euro el litro.
El arrestado ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial y la investigación no se da por finalizada, ya que se continúan las pesquisas por si alguno más de los implicados pudiera tener alguna responsabilidad penal por sus actuaciones, según ha informado la Policía en un comunicado.
La investigación comenzó tras la denuncia del propietario de la empresa de transportes que sospechó de repostajes irregulares que se estaban produciendo con una de las tarjetas de gasolina de su mercantil y que, a todas luces, no estaban autorizados.
Por ello, agentes de la Policía Nacional en Alicante pertenecientes al Grupo de Delincuencia Económica de la Brigada de Policía Judicial realizaron de inmediato las primeras pesquisas, y pronto descubrieron quién podía ser el autor de los hechos.
Al parecer, un trabajador que había sido despedido, con la excusa de recoger sus objetos personales del camión que utilizaba antes de abandonar la empresa, hizo una copia de las llaves.
Con la copia de estas llaves presuntamente accedía por la noche cuando el camión se encontraba estacionado y sustraía la tarjeta de gasolina, para luego, tras utilizarla fraudulentamente, devolverla a su lugar original con el fin de que nadie se diera cuenta de lo acontecido.
A través de las indagaciones practicadas por los investigadores, la toma de declaración de los testigos y el visionado de las cámaras de seguridad los agentes pudieron establecer cómo se llevaba a cabo la estafa.
El principal investigado, una vez con la tarjeta en su poder, se personaba en la gasolinera más cercana, donde a su vez ya había quedado con diferentes personas que repostaban sus vehículos, los cuales llegaban con los maleteros cargados de garrafas que también llenaban.
Al finalizar todos los repostajes, el presunto autor se dirigía al mostrador donde pagaba todo con la tarjeta sustraída. Posteriormente, regresaba a donde se encontraba el camión estacionado y utilizando la copia de la llave volvía a dejar la tarjeta en su lugar.