ALICANTE, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha detenido a un ganadero como presunto autor de seis delitos de amenazas, dos de ellos graves, tras supuestamente intimidar a vecinos de las localidades alicantinas de Famorca y Castell de Castells con una escopeta de caza y, en otra ocasión, con una navaja de grandes dimensiones. Las amenazas se originaron por posibles discrepancias en los lindes y en las zonas en las que se permite pastar.
Las investigaciones comenzaron el pasado octubre, cuando el equipo especializado en robos en el campo (ROCA) de la Guardia Civil de la compañía de Calp, a través de las reuniones periódicas que mantiene con los vecinos para prevenir delitos en las zonas rurales, tuvo conocimiento de que este ganadero asentado en las inmediaciones estaba amenazando supuestamente a los vecinos de varias localidades, informa el instituto armado.
Los agentes se entrevistaron con las víctimas, que no habían acudido a denunciar por temor a las represalias por parte del presunto autor. Tras obtener toda la información, averiguaron la identidad del presunto responsable: un hombre de 47 años que era un ganadero "conocido en los alrededores por su agresividad y conflictividad".
Según fuentes del instituto armado, oriundo de Granada, el ahora detenido se desplazó a residir en la provincia de Alicante hace más de una década. En esta provincia se le conocen domicilios en Famorca, y frecuenta las localidades de Famorca, Castell de Castells, Tollos y la Vall d'Alcalà, entre otros.
Dos de las víctimas de esta persona aseguran que las amenazas se produjeron con armas, exhibidas por el presunto autor "en actitud intimidatoria". En una de ellas empleó una escopeta de caza y en la otra, una navaja de grandes dimensiones.
En el momento de la detención, el pasado 13 de diciembre en Tollos, los guardias civiles realizaron un registro del vehículo del autor y de las casetas de ganado, pero no hallaron las armas que pudo usar en alguno de los delitos denunciados.
El arrestado posee antecedentes por hechos similares y no le constan ni licencia ni permisos de armas. Al hombre finalmente se le han imputado seis delitos de amenazas, dos de ellas graves.
El Juzgado de Dénia ha decretado su libertad provisional y le ha impuesto una orden de alejamiento respecto a sus víctimas, además de la prohibición de acercarse y comunicarse con ellas.