ALICANTE, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante, en tres actuaciones policiales diferentes, a tres hombres sobre los que pesaban diferentes órdenes europeas de detención y entrega para extradición. Los arrestos se han llevado a cabo en los diferentes dispositivos y controles realizados en la ciudad para garantizar la seguridad ciudadana.
Los arrestados, de 45, 32 y 29 años y de nacionalidad española, holandesa y alemana, respectivamente, han sido localizados por los agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Comisaría Provincial y de las de los distritos de la capital en sus labores de prevención de la actividad delictiva y para la protección de los ciudadanos.
Según ha informado un comunicado de la Policía, el primer detenido, un varón español, fue sorprendido cuando se encontraba paseando por una de las calles céntricas de la ciudad y, al percatarse de la presencia policial, mostró una "actitud huidiza" que hizo sospechar a los agentes.
Una vez identificado, comprobaron que le constaba en vigor una orden de detención para extradición dictada por Holanda y que al fugitivo todavía le quedaban por cumplir 120 días de condena por un delito de blanqueo de capitales.
Los hechos por los que fue condenado se remontan al año 2008 cuando fue interceptado por la policía holandesa en el aeropuerto de Schiphol (Ámsterdam) en el momento en el se disponía a salir del país acompañado por otra persona, con más de 60.500 euros de ilícita procedencia, hechos por los que fue detenido, juzgado y condenado a cuatro meses de prisión.
Los otros dos detenidos fueron localizados diferentes días en los controles que habitualmente se realizan sobre las personas hospedadas en hoteles y albergues.
Uno de ellos, un ciudadano holandés de 32 años que era reclamado por la justicia de su país por delitos contra las personas y económicos y financieros. Esta persona fue localizada por la noche cuando iba a acceder a un conocido hotel de la ciudad en el que se encontraba alojado.
Sobre el último de los detenidos, un ciudadano alemán que fue interceptado en un establecimiento hotelero y con un día de diferencia, pesaba una orden europea de detención y entrega para extradición por un delito de tráfico de drogas.