La diseñadora de iluminación Leticia Skrycky se instala en La Mutant con "una coreografía eléctrica"

   VALÈNCIA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La diseñadora de iluminación y creadora uruguaya Leticia Skrycky se instala, el próximo 13 de abril, en La Mutant con su instalación 'Las lámparas', donde busca "ofrecer un lugar para una mirada periférica y vibrante".

   En el espacio escénico del centro de artes vivas del Ayuntamiento de València se presentará una "coreografía eléctrica, donde el sonido moverá la luz y la luz, a su vez, sonará, calentando todo el entorno".

   "'Las lámparas' invita a entrar, pensándose a sí misma como lugar contenedor. Recibe al público y en su duración se abre, de dentro hacia afuera, revelándose como un espacio para permanecer y al mismo tiempo dejarse ir".

   "Son luces como hogueras eléctricas, que buscan activar un estado primordial de observación, similar al que sentimos al contemplar el fuego. En este trabajo, mi performatividad está al servicio de recibir a les espectadores dentro del espacio escénico e invitarles a formar parte de esta suerte de ritual eléctrico", avanza la creadora latinoamericana, que actualmente reside en Lisboa y cuyo trabajo se centra en el campo de la danza y la performance.

    Leticia Skrycky toma la iluminación como punto de partida para investigar prácticas de cocreación y relaciones entre lenguajes dispuestos en el escenario, materiales humanos y no humanos. La creadora ha colaborado con artistas como Tamara Cubas, María Jerez, João Fiadeiro y Carolina Campos, Vera Mantero y Jonathan Uliel Saldanha, Latifa Laâbissi y Nadia Lauro, Doris Uhlich.

   Su proceso creativo para 'Las lámparas' ha estado guiado por diversas preguntas que confían en ecosistemas de percepción relacionales, donde ha buscado prácticas que intenten suspender, al menos momentáneamente, una supuesta hegemonía de lo visual.

   Esas cuestiones que se ha planteado han sido cómo pueden los ojos tocar, cómo pueden los oídos ver y cómo puede la piel escuchar. A la audiencia se la invita, por tanto, a un estado de atención abierto a recibir lo visible y lo invisible.