VALNCIA 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El investigador del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universitat de Valncia Jorge Ramón ha explorado, a través de la prensa satírica de finales del siglo XIX, cómo evolucionó la percepción social y mediática de la epidemia de cólera de 1885 en Valncia --que mató a 4.919 personas, un 3,45% de la población censada-- a medida que se difundía por la ciudad y su entorno.
El estudio constata que, inicialmente, los semanarios se "burlaban" de la enfermedad con una perspectiva "altiva", en la que se consideraban meros observadores, pero a medida que aumentaban los casos, denunciaron la vulnerabilidad de las clases más expuestas a la pandemia, según ha informado la institución académica en un comunicado.
"En plena primera ola de la Covid-19, me aproximé a otras pandemias mundiales que había sufrido Valncia en el pasado y, en concreto, el grave brote de cólera que la afectó en 1885. Mi interés residía en cómo, a medida que la situación se agravó en la ciudad, se transformó la percepción social y mediática de la enfermedad, de sus efectos sobre las personas y de las respuestas políticas a ella", ha destacado Jorge Ramón.
En un artículo publicado en la revista Historia Contemporánea, el investigador ha analizado diversos contenidos de prensa satírica local (La Moma y La Traca), junto con algunos informes sanitarios del consistorio valenciano.
La Traca, una de las revistas de mayor tirada de la ciudad y que se caracterizaba por su jocosidad y las múltiples polémicas que la envolvían, ridiculizó las acciones institucionales que se utilizaron frente a la epidemia de 1885. También puso en el punto de mira todo aquello que consideraba muestra de superstición popular.
Durante la epidemia, las revistas apostaron por "el sarcasmo, la ridiculización y la deformación grotesca", pero las maneras de aplicarlo variaron a lo largo de los meses. La desigualdad social, reforzada por diferentes exposiciones y comportamientos ante la enfermedad, la falta de infraestructuras sanitarias o la imbricación con el entorno agrícola próximo eran crecientemente problematizadas en vistas a hipotéticos proyectos urbanísticos futuros.
Ante las dificultades para poder esquivar la enfermedad y hacer humor de ello, los semanarios optaron por burlarse de las medidas institucionales y su eficiencia. Según el estudio, en buena medida, esto se debió "a su cercanía con diversas corrientes del republicanismo, críticas con el sistema político imperante (la Restauración) y sus principales rasgos, la monarquía y el "turno dinástico" entre conservadores y liberales".
En una época en la que el tratamiento del cólera era incierto, el malestar popular podía dirigirse "hacia prácticas concretas como los cordones sanitarios o los ensayos de vacunación del doctor Ferrán, que desataban temores e incertidumbres entre la población, pero también esperanzas de frenar el avance de la epidemia". En julio de 1885 había unos 200 muertos cada día.
Asimismo, el estudio explica que el tránsito de los medios desde la "desdramatización de la pandemia hacia una reivindicación de una atención médica y política racional hacia los sectores sociales más desfavorecidos también se dio en latitudes lejanas, como en Rosario (Argentina)".
Además, el trabajo contextualiza estos procesos en el entramado jurídico de la Restauración, basado en un sistema de libertades vigiladas que podía implicar multas, secuestros de números y encarcelamientos de aquellos que criticasen abiertamente a las autoridades y sus actuaciones.