VALENCIA, 1 Feb. (EUROPA PRESS)
El ex director financiero de Emarsa, Enrique Arnal, ha declarado este miércoles en un juicio que se deshizo de las participaciones de las que era propietario en varias empresas en favor de su hermano y otras personas cercanas porque atravesaba una "fortísima depresión" y "tocó fondo" tanto en lo personal --con una "adicción a las pastillas" que le llevó a participar en un proyecto de rehabilitación-- como en lo económico, por lo que decidió la venta de estos activos.
Así lo ha manifestado Arnal este miércoles durante su declaración en la primera jornada de las seis previstas de esta vista en la que se le juzga a él y a otras seis personas por un delito de alzamiento de bienes en una pieza separada del conocido como caso Emarsa, causa en la que se han investigado presuntas irregularidades en la gestión de la empresa pública que gestionó la depuradora de Pinedo, en Valencia.
El juicio ha comenzado este jueves en la Sala Tirant lo Blanch de la Ciudad de la Justicia de Valencia y continuará los días 2, 3, 6, 7 y 8 de este mes. En su escrito de acusación, el ministerio público solicita para los acusados penas que oscilan entre el año y medio y los tres años de cárcel.
En esta primera jornada, se ha producido el interrogatorio a Arnal, que únicamente ha querido responder a las preguntas de las defensas, y que ha relatado que los años en los que se deshizo de los activos por los que se le juzga fueron "los peores" de su vida, debido a que "tocó fondo".
Debido a la "fortísima depresión" que sufrió, ha continuado, cayó en una adicción "a las pastillas" que le obligó a llevar a cabo un proceso de desintoxicación que duró 14 meses. "Vivía una realidad inconsciente, estaba empastillado y enclaustrado en casa. Ahora cierro un capítulo negro de mi vida", ha señalado.
Como consecuencia de esta situación, Arnal ha explicado que estaba "sobrepasado" y, por ello, le pidió ayuda a su hermano y acordaron el traspaso de las participaciones. Sin embargo, ha destacado que "no le estaba dando precisamente un regalo" y que únicamente respondió a un "favor personal", debido a su "desesperación" y no a su situación procesal, ya que ha asegurado que tuvo conocimiento de ella cuando le llegó la citación judicial, y no antes, al tiempo que ha negado que su familiar tuviera ningún conocimiento de ello.
El ex director financiero ha apuntado que tuvo que insistir para que su hermano accediera a realizar la operación y que, además, le puso como condición que no volviera a intervenir en ninguna decisión relativa a la empresa, de forma que el familiar, también acusado del levantamiento de bienes, quedara como administrador único.
"MUCHO MÁS DE LO QUE VALÍA"
En cuanto a la cantidad económica por la que se produjo el traspaso, Arnal ha sostenido que su hermano le pagó "mucho más de lo que la empresa valía", aunque ha dicho desconocer cómo se estableció el precio final. "Yo sabía que esta empresa no era un regalito; su valor patrimonial era negativo", ha añadido el acusado, quien ha defendido que su familiar es "el tipo más íntegro y honesto" que ha conocido.
La fiscal ha leído sus preguntas pese a la negativa de Arnal a responderlas y, entre ellas, ha cuestionado por qué se vendieron estas participaciones por 11.000 euros cuando anteriormente se había realizado una ampliación de capital por valor de 100.000, y también si puso en marcha un plan con los demás acusados para deshacerse de su patrimonio ante la probable fianza por responsabilidad civil que se podía producir por los hechos enjuiciados en la pieza principal de Emarsa.
Preguntado por una situación similar en otra de las empresas que se han investigado, ha explicado que otro de los acusados se hizo cargo de la gestión también como administrador único para evitar pagar su cuota como autónomo y por hacerle "un favor" de este modo.
También ha declarado en esta jornada la que fuera pareja del ex director financiero de Emarsa, Eva María Marsal, quien ha negado que tratara de "desviar patrimonio para evitar responsabilidades", debido a que está en duda un préstamo que recibió por parte de los padres de Arnal y también la venta de un piso en Formentera.
Sobre el préstamo, la expareja del antiguo cargo de Emarsa ha argumentado que lo recibió con unas condiciones que no habría encontrado en ninguna entidad bancaria y que el dinero fue invertido en otra de las empresas por las que se ha preguntado en esta jornada del juicio, sobre la que ha defendido su capacidad para dirigirla.
ESPERAR A LA PIEZA PRINCIPAL
Durante las cuestiones previas de esta causa, la Abogacía de la Generalitat, presente en este juicio como acusación, ha solicitado la suspensión de este proceso al considerar que los hechos que se juzgan en esta pieza dependen de que se fundamenten los delitos pertenecientes a la pieza principal. "Si no existe delito principal no puede haber accesorios", ha indicado.
A esta petición se han sumado hasta tres letrados de la defensa, frente a otros cuatro, que se han adherido a la tesis del ministerio público, que se ha opuesto a la petición debido a que "son hechos completamente distintos", algo con lo que la jueza ha coincidido y ha precisado: "De hecho, son piezas separadas".