Un "excepcional" retrato de Decourt corona la nueva sala permanente de Manierismo del Museo de Bellas Artes

   En este nuevo espacio permanente "se miran cara a cara" Tiziano y la obra del francés sobre la atrevida poeta Madeleine de L'Aubespine

   VALÈNCIA, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El Museo de Bellas Artes de València expone ya el "excepcional" retrato de Jean Decourt a la escritora francesa Madeleine de L'Aubespine, adquirido el año pasado por la Generalitat, que ha inspirado una nueva sala permanente de la pinacoteca dedicada al Manierismo europeo. Allí, se mira de frente con Tiziano, se rodea de su contexto histórico y aspira a convertirse en un nuevo "gran reclamo" del centro.

   "Estamos todos los valencianos y valencianas de enhorabuena por la puesta a disposición del público de este retrato", ha asegurado el director del Museo de Bellas Artes, Pablo González Tornel, en la presentación de este nuevo espacio. El director ha alabado la "extremísima delicadeza" del cuadro, cuya compra ha supuesto "un hito dentro de la colección del museo". "No podremos subrayar suficientemente nunca la excepcionalidad de esta pieza", ha afirmado.

   Para la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, "las obras que se incorporan hoy engrandecen más si cabe el Museo de Bellas Artes" y el retrato va a ser "un gran reclamo para el visitante" de un espacio que se está "posicionando en lo más alto".

   La obra de Decourt, génesis de la nueva sala permanente del museo, es "excepcional por el autor y la persona retratada", ha detallado González Tornel, antes de insistir en que la autoría de la pieza es "indudable" gracias a los dibujos que dejó el pintor y el estudio de una experta en la materia.

   Jean Decourt (1530-1585) es "uno de los tres mejores retratistas del mundo francés en el siglo XVI" y retratista de la corte francesa. "Es un pintor que tiene una base flamenca pero ha vivido la eclosión del italianismo en el reinado de Francisco I" y ha alcanzado "un refinamiento a la italiana que pocos lugares de Europa conocen". "Es el canto del cisne de una época de gran brillo en la cultura francesa que dará paso a algo distinto con el barroco del sXVII".

   Por su parte, Madeleine de L'Aubespine (1546-1596) fue una aristócrata perteneciente a la corte de Margarita de Medici que llevo "una vida completamente autónoma". "Participaba en las principales tertulias literarias, tenía su propio salón literario y escribía y publicaba sus textos, de una inusitada libertad para una mujer en la segunda mitad del siglo XVI", ha precisado el director del museo.

   Madeleine de L'Aubespine "tiene que medirse con el resto de hombres, se atreve a escribir y publicar poesía que, en ocasiones, tiene tintes picantes, y es todo un ejemplo de construcción de la imagen femenina a través de sus escritos y del retrato que le encargó al pintor más relevante de la corte francesa en ese momento", ha destacado.

UNA COMPRA QUE HABRÍA SIDO "IMPENSABLE"

   La pieza de Decourt llega a su nuevo hogar después de su compra en una subasta de Madrid y posterior restauración. El director del museo ha detallado que el retrato procede de una colección importante de ámbito madrileño, pero que se desconoce cómo pudo salir del país galo.

   Francia es "uno de los países del mundo con una legislación más proteccionista respecto al patrimonio" y, si la obra hubiese salido a subasta en Francia, "hubiese sido inexportable". "Por ello es una rareza todavía mayor", ya que "salió del país previa a una exigencia regulatoria" y "en la actualidad sería impensable".

    El retrato ha requerido además un proceso de restauración por parte del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i). Por su nivel de detalle, ha sido "un trabajo verdaderamente de scriptorium", de "miniaturista", a pesar de que el estado de la tabla y la pintura era muy bueno, ha precisado el director del museo.

"LA HISTORIA DE DOS TIERRAS"

   Al incorporarla, sintieron la "obligación moral de situar esta pieza en contexto" y "la materia prima en los almacenes" del Bellas Artes "es muy rica y permite contar la historia". "La historia de dos tierras, norte y sur, Flandes e Italia, y cómo la compenetración de ambas maneras de aproximarse a las artes lleva a la creación del Manierismo", ha explicado González Tornel.

   "Se miran cara a cara" Carlos de Borbón y Gonzaga retratado por Tiziano Vecellio (1490-1576) y Madeleine de L'Aubespine pintada por Decourt. "Un pintor del sur y uno del norte retratando con toda la potencia de la que es capaz la pintura ambos perosnajes, los dos franceses, pero lo hacen de manera muy diferente. Tiziano con la predilección por la pintura deshecha, Decourt con un trabajo minucioso, una técnica que hoy podríamos definir como fotográfica", ha resaltado.

   En el camino entre uno y otro es donde se desarrolla el manierismo, ha explicado el director del museo. Un camino ejemplificado, por ejemplo, en cuatro retratos de la serie Murta pintada por Antonio Stella de la familia Vich, protagonista de "uno de los mecenazgos más importantes de la historia de Valencia".

   Los descendientes de la familia donaron los retratos al monasterio de la Murta, que llegaron después al museo por desamortización. No se han expuesto desde 1957, cuando quedaron dañados por la riada que ha obligado a su restauración.

   En el lado opuesto de la sala está la pintura religiosa, separando de manera clara el componente flamenco e italiano. El 'Calvario' de Adriaen Thomasz Key(1544-1589) es "la reinterpretación a la flamenca del 'miguelangelismo'" y la adoración de Marten de Vos (1532-1603) es una "interpretación flamenca del colorismo veneciano".

   Conviven con la 'María Magdalena' de Giovanni Bizzelli (1556-1612) y el 'San Juan Bautista' de El Greco '1541-1614'. En el centro de todas, las lágrimas de 'San Pedro' de Michiel Coxcie (1499-1592), "maestro del detallismo en la técnica al óleo".

   La sala cuenta con otra nueva incorporación a la colección del museo tras su reciente adquisición: 'El entierro de Cristo' de Simone Barabino (1585-1620).

PLANES DEL MUSEO

   Preguntado por los planes de futuro para las salas del Museo de Bellas Artes, ha señalado que por razones museográficas se están interviniendo las salas por orden cronológico de sus piezas, de las más recientes a la Edad Media, ya que la última parte, la sala de retablos, es una actuación más compleja y requiere espacio para almacenarlos.

   Una vez intervenidas las salas de los siglos XIX y XX, se ha empezado a intervenir en el edificio central. La sala de barroco italiano, en la primera planta, está abierta y se iba a presentar el 29 de octubre de 2024, cuando ocurrió la dana.

   La intención es que las renovaciones prosigan a lo largo de 2025 y 2026 reformando la totalidad del edificio e incorporando un nuevo planteamiento "fácil de comprender" para el visitante, con la planta baja con cinco salas para el renacimiento, la planta superior con nueve salas de barroco. El objetivo es lograr una experiencia didáctica que subraye los "puntos fuertes" del museo, como el retrato de Decourt o la sala de Juan de Juanes.